En el caso de la uva de mesa, además de controlar el estrés es fundamental manejar crecimiento de raíces, manejar traslocación de fotosintatos, diferenciación de yema, fertilidad de la flor, y aseguramiento de la polinización y fecundación; lo que nos asegurará tener productividades altas y fruta de buena calidad.
(Agraria.pe) El principal enemigo de la planta no es el ataque de una plaga, un hongo o una enfermedad, sino el estrés que le causa el entorno ambiental y que predispone a la planta a ser más susceptible a plagas y enfermedades y limita su capacidad productiva.
Así lo señaló el jefe del Departamento Técnico y Nuevos Productos de Stoller en Perú, Guillermo Sanabria, quien indicó que suministrándole a la planta suplementos nutricionales y hormonas no se eliminará el estrés; para eso es necesario eliminar toxinas que se generan en la célula vegetal. Explicó que esas toxinas son las especies reactivas de oxígeno cuya respuesta es la síntesis de etileno que es la que termina matando a la célula vegetal.
“Si la planta elimina esas especies reactivas de oxígeno la producción de etileno por estrés disminuirá drásticamente y la célula vegetal recuperará la capacidad metabólica y de esa manera tomará más eficiente los fertilizantes, el agua, los manejos fitosanitarios o culturales para así maximizar la productividad”, sostuvo.
El representante de Stoller manifestó que en el caso de la uva de mesa, además de controlar el estrés es fundamental manejar crecimiento de raíces, manejar traslocación de fotosintatos, diferenciación de yema, fertilidad de la flor, y aseguramiento de la polinización y fecundación. “Eso nos va a asegurar tener productividades altas y fruta de buena calidad”.