(Agraria.pe) En el año 2013, Apbosmam, atraída por los beneficios tributarios, fue la primera asociación peruana de bananeros en convertirse en cooperativa. Hoy en día, la organización, con sede en Sullana (Piura), abastece a cuatro importadores de Alemania, Italia, Francia y Países Bajos con bananos de certificación orgánica y de comercio justo.
"Nacimos en el 2006 como una asociación de 30 pequeños productores de banano y 30 hectáreas", comenta Miguel Borrero, exgerente de Apbosmam. "Como pequeña organización dependíamos de una tercera empresa que compraba nuestros bananos. Nosotros nos dedicábamos exclusivamente a entregar los bananos, el comprador los procesaba y los exportaba. Sin embargo, este nivel de negociación era negativo para nosotros, puesto que la empresa a la cual nosotros le vendíamos el banano manejaba los precios muy a su disposición".
Certificaciones son clave para abrir las puertas a los mercados
"A partir de allí, iniciamos un proceso de fortalecimiento organizacional, que consistió en incorporar nuevos productores en nuevas áreas. Para llegar donde estamos ahora, tuvimos que construir un almacén propio de empaque y obtener las certificaciones pertinentes, entre las que se encuentran GlobalG.A.P., Fairtrade, USDA Organic y EU Organic, todas a nombre de la cooperativa".
Uno de los fines por los cuales se creó la asociación fue mejorar la calidad de vida de las familias productoras de la zona, de acuerdo con Miguel. "Luego, con las certificaciones propias y los ingresos de comercio justo, comenzamos a estar mejor a nivel organizacional y comenzamos a trabajar el tema de los jóvenes, el tema de las mujeres, el tema social, el tema de la salud, haciendo mejoras en los centros médicos en la zona, y el tema de la educación, proveyendo mobiliario escolar y equipos de cómputo".
Ejemplo para las demás organizaciones
A partir de 2013, el año en el que se formó la cooperativa, las demás organizaciones de bananeros de la zona siguieron el ejemplo de Apbosmam, transformándose en cooperativa. "Y es que en aquellos años, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) pretendía cobrarle al productor un impuesto sobre cada caja de bananos vendida, además de los impuestos recaudados a la asociación. El modelo cooperativista proporcionó la solución, ya que los productores que formaban parte de una cooperativa se encontraban exentos de este tributo adicional".
Aparte de los clientes importadores en Europa, Apbosmam inició hace poco conversaciones con algunos clientes de Corea del Sur y Estados Unidos para hacer unos primeros embarques, "pero lamentablemente ahora hay escasez de fruta, por lo que no hemos continuado estas conversaciones. No tenemos la oferta en estos momentos, ya estamos cubiertos con los clientes que tenemos", manifiesta Miguel Borrero.
Plan de fertilización
En este sentido, la cooperativa busca aumentar la producción, no solo incorporando nuevos socios y nuevas tierras, sino también incrementando la productividad en campo mediante un plan de fertilización. "Y es que hemos notado que los campos están un poco con déficit nutricional, además de con déficit de agua debido a que el agua del embalse se distribuye cada 20-30 días, mientras que las plantas de bananos necesitan regarse cada 12-15 días. En nuestra zona, el cultivo principal es el de arroz, que se puede regar cada 30 días, y es el que marca la pauta en los tiempos de riego. Mientras que el arroz da trabajo a 100.000 personas de la región, el sector del banano solo representa a 10.000 familias, así que el problema es estructural. No obstante, para contrarrestar la falta de agua, estamos planteando este plan de fertilización con fondos de la prima, que sin duda ayudará al productor a recuperar su capacidad productiva", concluye Miguel Borrero.
Fuente: Fresh Plaza