(Agraria.pe) De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), el “déficit hídrico” se define como un aumento significativo y temporal de la demanda, o una disminución del abastecimiento de agua. Esta situación implica severas consecuencias económicas para sectores como el agropecuario, donde existe el riesgo de no tener la cantidad suficiente de lluvia necesaria para el desarrollo adecuado de una campaña agrícola. Lamentablemente, la presencia del fenómeno de El Niño (FEN) durante este año aumenta el riesgo, ya que las sequías más severas desde 1981 ocurrieron en simultáneo con el FEN, de acuerdo con el Senamhi.
Recientemente, el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) actualizó su pronóstico de riesgo de déficit hídrico debido al FEN para la temporada de lluvias 2023-2024. Es importante considerar que la ausencia de lluvias afectará principalmente a los departamentos de la sierra sur del país, mientras que en los departamentos costeros ocurriría lo contrario. En total, existen 8.5 millones de personas expuestas a riesgo elevado (alto o muy alto) ante el déficit hídrico, las cuales se distribuyen en 903 distritos. Los departamentos más afectados en cantidad de personas expuestas al riesgo serían Lima (1.3 millones), Cusco (1.2 millones) y Puno (1.1 millones).
En relación con el sector agropecuario, el Cenepred estima un total de 1.9 millones de hectáreas de superficie agrícola expuestas a riesgo elevado, de las cuales 1.3 millones corresponden a riesgo muy alto durante la temporada de lluvias 2023-2024. El departamento más afectado sería Cusco, con 330.762 hectáreas en riesgo, lo cual representa el 100% de la superficie agrícola en este departamento estimada por el Cenepred. La mayoría de la superficie expuesta se concentra en las provincias de La Convención (103.922 hectáreas), Chumbivilcas (31.814 hectáreas) y Canchis (25.339 hectáreas).
El segundo departamento más afectado será Puno, con 281.524 hectáreas de superficie agrícola en riesgo elevado, lo cual representa el 100% de la superficie estimada y afectará principalmente a la provincia de Azángaro (53.129 hectáreas). El tercero será Huánuco, con 237.133 hectáreas en riesgo, que también representan toda la cantidad estimada, lo cual afectará con mayor severidad a la provincia del mismo nombre (47.583 hectáreas).
Impacto económico de las sequías
Esta situación repercute negativamente en las expectativas de crecimiento del sector agropecuario. Al respecto, en declaraciones realizadas ante la Comisión de Presupuesto del Congreso de la República, Julio Velarde, presidente del directorio del Banco Central de Reserva del Perú, consideró que 2023 es un año bastante negativo para el sector agropecuario, debido a que existe el riesgo de que se registre la mayor contracción observada en los últimos 26 años.
El riesgo que implican las sequías es que pueden ocurrir durante los meses que más se concentran las siembras de cultivos transitorios. Por ejemplo, en 2022, afectaron severamente la cantidad de hectáreas sembradas de estos cultivos durante octubre y noviembre, lo cual perjudicó las cosechas de ese año. Por tanto, las sequías suponen un riesgo de menor abastecimiento de los principales cultivos transitorios en los departamentos más afectados.
De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), en conjunto, Cusco, Huánuco y Puno produjeron 413.482 toneladas de cebada forrajera durante 2022, lo cual representó el 91.1% de la producción nacional de dicho cultivo. Estos tres departamentos, donde toda la superficie agrícola está expuesta a riesgo elevado, también tuvieron una participación importante en la avena forrajera (89.6% de la producción nacional en 2022), la oca (52.4%), la quinua (49.7%), el haba seca (44.1%), el olluco (39.2%) y la papa (38%), entre otros cultivos.
Sin embargo, si extendemos el análisis para todos los departamentos en riesgo elevado, la cantidad de cultivos que peligran aumenta significativamente e incluye a los principales productos del sector agrícola. Por ejemplo, los departamentos que reportan más de la mitad de la superficie agrícola expuesta a riesgo elevado de sequías generaron el 78.2% de las toneladas producidas de trigo en 2022, pero también el 99.4% de la quinua, el 96.9% de las mandarinas, el 92.5% de los espárragos, el 89.8% de la papa, el 78.5% de la palta, el 65.8% de la caña de azúcar, el 65.2% de la uva, un 41.6% del maíz amarillo duro y un 37.8% del café, de acuerdo con estimaciones del Midagri.
Es evidente que el FEN afectará de manera significativa al sector agropecuario. Este impacto se registraría inicialmente mediante sequías que ya comenzaron a reportarse en algunos departamentos del país. A esta situación se sumaría el efecto de las severas lluvias que empezarán durante la temporada de verano del próximo año.
Por ello, en busca de mejorar el desempeño del sector, es importante atender desde ahora el proceso de siembras que se concentran entre octubre y noviembre para los cultivos transitorios, los cuales pueden beneficiarse del uso de semillas certificadas por el Midagri que dotarán de mayor producción por hectárea cosechada a estos cultivos. También será fundamental facilitar el acceso a insumos y fertilizantes para proteger los cultivos permanentes que también serán afectados por la falta de lluvias durante este año y el exceso de estas a comienzos del próximo.
Fuente: ComexPerú