El Perú, a lo largo de la costa, cuenta con condiciones climáticas ideales. No presentamos condiciones extremas de calor ni de frio que puedan afectar a los cultivos. También contamos con suelos aptos y una buena calidad de agua que se ha sabido aprovechar gracias a una buena gestión del recurso hídrico.
Estos factores, así como las buenas prácticas de sanidad empleadas y al mejoramiento de la nutrición a través de programas de fertilización vía fertirriego, fertilización foliar y edáfica, entre otros, nos han permitido convertirnos en uno de los principales países exportadores de arándano, palto y uva de mesa.
En el caso de la nutrición balanceada, está comprobado que asegura un mayor rendimiento y calidad de la cosecha, lo que beneficia directamente a las agroindustrias, al permitirles una mayor rentabilidad.
Yara, compañía líder en soluciones para la nutrición de cultivos, tiene un producto muy completo, que contiene 9 elementos –entre macro y micronutrientes- en un mismo gránulo y con una excelente calidad física que garantiza efectividad y durabilidad. Se trata del YaraMila COMPLEX.
Fertilizante redondoYaraMila COMPLEX está formulado para responder a las necesidades específicas de los cultivos. Es una de las fuentes más eficientes de N, P y K disponibles en el mercado.
Cada ‘prill’ contiene cantidades de NPK balanceadas y adaptadas con precisión a los requerimientos del cultivo. Cuando se aplica en la dosis correcta y en las condiciones adecuadas, promueve la absorción de estos nutrientes. Este producto ofrece una distribución homogénea de los nutrientes, ya sea que se aplique al voleo o con máquinas fertilizadoras. Además, no hay riesgo de segregación de nutrientes durante el transporte, manipulación y aplicación.
El nitrógeno está disponible en dos formas de manera balanceada: como nitrato y como amonio. La concentración elevada de nitrato es ideal para cultivos de rápido crecimiento y asegura un buen desarrollo de la raíz, mientras que el N-amoniacal es importante para que se mantenga el suministro de nitrógeno en el tiempo.
En cuánto al fósforo, está totalmente disponible para la planta en forma de orto-fosfatos y poli-fosfatos solubles en agua, y también como fosfatos di-cálcicos solubles en citrato de amonio. La combinación de diferentes formas del nutriente aporta una mayor y más duradera disponibilidad de fósforo para los cultivos, en una gran variedad de tipos de suelos. Los poli-fosfatos, en el caso particular de los suelos neutros a alcalinos, pueden mejorar la absorción y el rendimiento del fósforo.
Además del NPK, este producto cuenta macronutrientes secundarios y microelementos que son sumamente importante para elevar la calidad de los cultivos.
Azufre: es un componente importante de enzimas, proteínas y es necesario para el metabolismo de nitratos.
Magnesio: necesario para muchos procesos de las plantas incluyendo la transferencia de energía, la síntesis de proteínas y la estructura celular.
Boro: esencial para la integridad estructural de la planta. Además, es importante para la viabilidad del polen y el desarrollo de flores y frutas.
Hierro: fundamental para la formación de clorofila. Está implicado en la transferencia de energía y también es un transmisor de electrones en la reducción de nitratos y sulfatos.
Manganeso: necesario para la formación de clorofila y la reacción de óxidoreducción o redox en las células.
Zinc: importante para el desarrollo y función de los reguladores del crecimiento, por ejemplo, las auxinas, que influyen en la elongación de entre nudos. También participa en el desarrollo del cloroplasto.
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