(Agraria.pe) En un contexto donde más de 56 millones de personas en América Latina y el Caribe padecen hambre y 268 millones enfrentan algún grado de inseguridad alimentaria, Perú se convirtió en la sede del Foro Internacional de Sistemas Agroalimentarios Urbanos, un espacio clave para dialogar y construir soluciones concretas que transformen los sistemas alimentarios en el continuo urbano-rural.
Este evento, organizado por la FAO y el gobierno de Brasil en el marco del Programa de Cooperación Brasil–FAO, reunió a equipos nacionales y subnacionales de la región, junto a expertos y representantes de la sociedad civil, con el objetivo de generar sinergias y fortalecer capacidades locales para una alimentación saludable, sostenible e inclusiva.
Durante la apertura, Mariana Escobar, representante de la FAO en Perú, destacó que “Tenemos muchísimas oportunidades y potencialidades para asumir los retos de los sistemas agroalimentarios. Lo que necesitamos es más ordenamiento territorial, cooperación entre sectores y mecanismos efectivos que conecten a productores, mercados y consumidores con un enfoque inclusivo y sostenible”.
Escobar remarcó que el avance de la urbanización exige repensar las políticas alimentarias desde una mirada territorial que integre el campo y la ciudad, y que fortalezca los circuitos cortos de comercialización. En ese sentido, celebró que esta misión técnica y foro en Lima sea una oportunidad para movilizar esfuerzos regionales, aprender de otras experiencias y construir una comunidad de práctica entre instituciones, gobiernos y organizaciones.
Corinna Hawkes, directora de la División de Sistemas Alimentarios e Inocuidad Alimentaria de la FAO, señaló que los sistemas alimentarios urbanos no son islas, sino redes profundamente interconectadas con lo rural. “Esta interdependencia es una oportunidad única para avanzar en múltiples áreas a la vez: seguridad alimentaria, nutrición, sostenibilidad y equidad. Pero para lograrlo, necesitamos dejar de abordar los problemas de forma aislada y empezar a conectar las soluciones”.
Hawkes afirmó que la FAO trabaja no solo con proyectos, sino articulando políticas, sectores, recursos y resultados, en una visión que pone a los gobiernos locales como protagonistas de la transformación alimentaria. “Nuestra misión no es hacer más, sino alinear mejor lo que ya existe. Y sobre todo, escuchar a quienes están más cerca de la comunidad: alcaldes, líderes vecinales, actores locales”.
Desde el gobierno de Brasil, Lilian Dos Santos Rahal, secretaria nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre (MDS), reafirmó esta visión integradora al destacar que los sistemas alimentarios deben diseñarse desde el territorio, reconociendo las interconexiones entre comunidades, recursos y políticas. “Las acciones deben ser inclusivas, participativas y con sentido práctico. No se trata de imponer soluciones desde arriba, sino de co-construir políticas públicas que realmente respondan a las necesidades del lugar”.
Lilian Rahal también señaló “Lo importante no es inventar más estructuras, sino hacer que las existentes trabajen de manera articulada. En esta región hay una diversidad de iniciativas que ya están generando resultados. Nuestra tarea es conectarlas, fortalecerlas y escalarlas”.
El foro permitió además visibilizar la estrategia de Perú para avanzar hacia sistemas agroalimentarios más eficientes y resilientes, articulando esfuerzos locales con una mirada regional. En esa línea, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, destacó que el fortalecimiento de los sistemas agroalimentarios exige una dinámica articulada entre el sector productivo, el comercio regional y las políticas públicas, en coordinación con organismos como la FAO. “La seguridad alimentaria se fortalece no solo desde la producción, sino cuando existen canales efectivos de comercialización, especialmente entre países vecinos. El comercio regional —como el reciente acuerdo con Brasil para la exportación de papa fresca— puede ser una herramienta potente para estabilizar precios, generar ingresos para los productores y mejorar el acceso a alimentos en toda la región”.
Manero subrayó también que los programas sociales deben alinearse con la oferta local, integrando productos frescos y nutritivos, como frutas, hortalizas y proteínas nativas. “Nuestra meta es tener sistemas alimentarios donde coexistan un sector privado competitivo y sostenible, junto a un Estado que brinde asistencia eficiente a la población vulnerable. Solo así podremos cerrar brechas y garantizar una alimentación digna para todas y todos”.
Foro marca un hito en el compromiso regional por transformar los sistemas agroalimentarios
La realización del foro en Lima no solo posiciona a Perú como país anfitrión, sino como plataforma regional activa para el diálogo, el aprendizaje y la acción conjunta en torno a la transformación de los sistemas agroalimentarios. Este encuentro simboliza el compromiso del país con una agenda alimentaria integradora, que reconoce la importancia del territorio, la cooperación y el protagonismo de los actores locales.
El evento representó también una oportunidad estratégica para fortalecer la colaboración entre países latinoamericanos y avanzar hacia políticas alimentarias más coordinadas, sostenibles y basadas en evidencia.
Reunir en un solo espacio a representantes de gobiernos nacionales y subnacionales, organizaciones internacionales, sociedad civil y academia permite generar puentes entre experiencias, construir consensos y acelerar la implementación de soluciones eficaces. En un mundo cada vez más interdependiente y urbano, encuentros como este reafirman que la seguridad alimentaria y la sostenibilidad solo pueden alcanzarse desde una acción colectiva, territorial y profundamente humana.