El nitrógeno juega un papel fundamental en el cultivo del arroz dado que tiene injerencia sobre “todos” los parámetros que contribuyen a alcanzar los potenciales de producción con las mayores respuestas: desde el número de hojas, espigas por panojas hasta el llenado de los granos.
Pero ¿por qué es importante suministrarle nitrógeno al cultivo? Luis Felipe Julca, agrónomo de Yara Perú, explica por qué. “En primero lugar, porque la deficiencia de este nutriente es generalizada y muy pocos suelos pueden aportar cantidades suficientes para altos rendimientos. En segundo lugar, porque es el elemento que precipitará un rápido crecimiento desde el inicio hasta el final.”
Es común encontrar campos con sintomatología clara de deficiencia nitrogenada (hojas de color verde-amarillentas). Esto generalmente obedece a la baja eficiencia de utilización de nitrógeno debido a pérdidas por volatilización, lixiviación, fraccionamiento e incorporación incorrecta, así como deficiencias indirectas por inapropiado balance con otros nutrientes.
En el Perú -sobre todo en la costa norte- la fertilización nitrogenada se ve afectada por el manejo por inundación del cultivo. Bajo esas condiciones, las formas oxidadas de nitrógeno se reducen lo que podría traer por consecuencia volatilización y la asimilación del nitrógeno como amonio.
“La fuente nitrogenada más utilizada en fertilización de arroz es la urea; sin embargo, no es la fuente más eficiente. Este producto se hidroliza rápidamente y es susceptible a pérdidas de hasta un 50% por volatilización. Peor aún, esta volatilización se da en forma de amoniaco, un gas altamente contaminante para el medioambiente. La alternativa más recomendable es la aplicación directa de nitrógeno en forma de nitrato ya que no se volatiliza y es asimilado directamente y casi en su totalidad por la planta”, señala Julca.
Entonces, si aplicamos nitrógeno a través de fertilizantes debe darse de manera dosificada en cada una de las etapas fenológicas del cultivo. La mayor necesidad de este nutriente se presenta entre el inicio y mediados del macollamiento y el punto de algodón.
Durante la maduración de grano, este mismo se sostendrá gracias a las hojas desarrolladas en la etapa vegetativa. Así, se promueve la traslocación para incrementar el contenido proteico del grano.
“En síntesis, en Yara consideramos que las medidas generales para mejorar el uso de nitrógeno en el cultivo de arroz deben basarse en la variedad, el método de conducción, el manejo del agua, las propiedades físicas y químicas del suelo y en especial las propiedades del fertilizante utilizado. Por esta razón, es importante la transferencia de conocimientos técnicos que permitan lograr una buena cosecha y un cuidado del medioambiente y en Yara estamos comprometidos con esta tarea”, concluye el especialista.
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