(Agraria.pe) El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) declara la alerta fitosanitaria en todo el territorio nacional ante el riesgo de introducción de la plaga Rhynchophorus ferrugineus, conocida como picudo rojo de las palmeras. La medida regirá hasta que el Senasa reporte un cambio en la situación de esta amenaza.
La disposición fue oficializada mediante la Resolución Jefatural n.° D000183-Midagri-Senasa-JN, publicada el 19 de septiembre en el boletín de Normas Legales de El Peruano.
La medida establece la continuidad y el fortalecimiento de las acciones de vigilancia y cuarentena fitosanitaria orientadas a prevenir el ingreso de esta plaga al territorio nacional. Dichas acciones se detallan en el Plan de Acción del Senasa para evitar el ingreso y establecimiento del Rhynchophorus ferrugineus en el Perú.
Según un informe técnico, la Dirección de Sanidad Vegetal recomendó emitir la Resolución Jefatural debido al alto riesgo que representa esta plaga para diversos cultivos, especialmente para la palma aceitera. Este cultivo tiene gran importancia económica en el país, con 115.000 hectáreas establecidas en Ucayali, San Martín, Loreto y Huánuco. Ucayali concentra la mayor superficie sembrada, con 49.781 hectáreas, mientras que San Martín lidera la producción con 601.235 toneladas anuales de racimos de fruto fresco.
El picudo rojo es un insecto que vive y se alimenta en el interior de las palmeras, lo que dificulta su detección mediante simples inspecciones visuales. Presenta metamorfosis completa y, en una misma palmera, pueden coexistir los cuatro estadios de su ciclo biológico: huevo, larva, pupa y adulto. Su capacidad reproductiva es elevada, ya que en solo 3 a 4 meses completa todo su desarrollo, pudiendo generar al menos tres generaciones al año.
Los adultos abandonan la palmera únicamente cuando esta ya no puede acoger nuevas generaciones o carece de material vegetal interno para alimentarse. Las hembras suelen salir con los huevos ya fertilizados, lo que las convierte en colonizadoras potenciales de otras palmeras. Una vez establecidas, estas se dispersan volando o caminando en un área determinada, aunque prefieren desplazarse caminando de una palmera a otra.
Fuente: Agro Perú Informa