(Agraria.pe) La vigilancia del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) sobre el uso de plaguicidas en el cultivo de frutas y verduras es aún muy débil: el 47% de alimentos recolectados en 5 mercados de abasto del país superaron los límites máximos permisibles de agroquímicos de la norma peruana, lo que significa que no eran aptos para el consumo humano, según los resultados del Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos. Los productos desaprobados alcanzaron el 72% de las muestras con los estándares de la Unión Europea.
El monitoreo se hizo con 60 muestras de apio, cebollita china, pimiento y tomate recolectadas en el Mercado Mayorista de Santa Anita (Lima) y los mercados regionales Challhua (Huaraz), El Palomar (Arequipa), Wanchaq (Cusco) y Puelles (Huánuco) con presencia de notarios públicos de cada jurisdicción y, por primera vez, con la participación de funcionarios del Senasa e Indecopi.
Con excepción de Lima y Arequipa, representantes de los municipios también formaron parte del grupo de autoridades que respondió a nuestro llamado en razón a su responsabilidad de fiscalización de la inocuidad de los alimentos que se venden a los usuarios. Asimismo, el Ministerio Público informó que las fiscalías de prevención del delito de cada región han abierto investigaciones sobre el problema e incluso recolectado más muestras para análisis.
La reacción de las autoridades es muy importante para que se realicen mejoras concretas sobre el control del comercio y haya un uso correcto de pesticidas en los campos de cultivo en Perú para evitar que se sigan usando no solo en cantidades excesivas, sino también sustancias tóxicas que ya están prohibidas en el país. Nuestro tercer monitoreo reveló que los agricultores aplican aún el pesticida clorpirifos, relacionado con problemas de desarrollo cognitivo en los niños de madres expuestas a este químico durante su embarazo y catalogado como posible carcinógeno por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
En julio de 2023, el Senasa prohibió el uso del clorpirifos en Perú, una norma que entró en vigencia el 1 de agosto de 2024, es decir, que tuvo plazos para su retiro del mercado. Sin embargo, encontramos esta sustancia en 11 muestras de vegetales analizados.
El Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos se realizó entre el 6 y el 10 de septiembre de este año con 60 muestras de alimentos de 5 mercados del país, las cuales fueron colocadas en bolsas herméticas con el nombre de los puestos donde se compraron y luego fueron enviadas a Mérieux Nutrisciences, un laboratorio acreditado por el Senasa, para un análisis multirresiduos que identifica concentraciones de más de 700 sustancias químicas.
El apio estuvo entre los alimentos más contaminados. Por ejemplo, una muestra de esta verdura recolectada en el Mercado Mayorista Señor de Puelles (Huánuco) excedió hasta 128 veces los límites máximos permitidos de plaguicidas, como clorfenapir, un insecticida asociado con daño hepático y anemia, por lo que está prohibido en la Unión Europea desde el 2008. Además, otra muestra de apio del Mercado Mayorista de Santa Anita contenía hasta 12 tipos de plaguicidas.
El Senasa, que depende del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, tiene la responsabilidad de la vigilancia del comercio de pesticidas y de que los trabajadores del campo los utilicen de manera adecuada. Sus funciones incluyen el muestreo periódico de pesticidas en los alimentos en los campos de cultivo, pero una vez que salen a los mercados los municipios y direcciones de salud se hacen responsables de su calidad. El problema para la fiscalización está en la ausencia de una cadena de trazabilidad de los alimentos del campo, como lo ha expuesto Salud con lupa en reportajes publicados en 2023 y 2024.
El Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos se realizó gracias a una alianza de 19 organizaciones civiles de la que forma parte Salud con lupa. La integran el Consorcio Agroecológico Peruano (CAP), la Red de Agricultura Ecológica (RAE), el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente (IDMA), Islas de Paz, Iles de paix, Ruway, Diakonia, la Unión Europea, el Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo del Sur (Descosur), la Asociación Arariwa, Eclosio, Ecosad, el Consejo Regional de Lima Metropolitana del Colegio de Nutricionista, 11.11.11, Broederlijk Delen, Humundi, la Asociación Evangélica Luterana de Ayuda al Desarrollo Comunal (Diaconía) y El Taller - Asociación de Promoción y Desarrollo.
El clorpirifos no ha salido del mercado
En julio de 2023, el Senasa prohibió la importación de pesticidas que contengan clorpirifos y dispuso que se retiren progresivamente del mercado todos los productos con este insecticida, ya que a partir del 1 de agosto de 2024 no se podrían aplicar en los cultivos. Sin embargo, en el tercer monitoreo hallamos residuos de clorpirifos en 11 de las 60 muestras recolectadas en los centros de abastos visitados, con excepción del Mercado de Wanchaq, en Cusco.
En el Mercado Mayorista de Challhua, en Huaraz, se detectó clorpirifos en dos muestras de pimiento, en una de cebollita china y en otra de tomate. Mientras que en el Mercado Señor de Puelles, en Huánuco, y el Mercado Mayorista de Santa Anita, en Lima, se halló este pesticida prohibido en dos muestras de apio y una de pimiento. En Arequipa, una muestra de apio resultó contaminada.
El clorpirifos se encontró también en la cebollita china y en el apio pese a que no está recomendado para estos cultivos, según el Sistema Integrado de Gestión de Insumos Agropecuarios del Senasa. Al utilizarlo en estas verduras se corre el riesgo de que las plagas no desaparezcan o se agraven. Este agroquímico, además, tiene baja solubilidad en el agua, lo que significa que no es posible eliminarlo de la superficie de estos alimentos solo con lavarlos.
Hasta antes de su prohibición, 36 empresas tenían autorización para comercializar en Perú 71 marcas diferentes de pesticidas con clorpirifos, las cuales en teoría debieron haber terminado sus lotes de venta antes de agosto de 2024. Pero el problema de fiscalización de este agroquímico es mayor porque llega al país también en cargamentos de contrabando. Por ejemplo, el 11 de agosto, el Senasa y la Municipalidad Provincial de Barranca incautaron en las tiendas de agroquímicos 109 litros de clorpirifos, una cantidad suficiente para rociar con este insecticida cultivos equivalentes al tamaño de 152 campos de fútbol. En ese mismo operativo se decomisaron 92 litros de paraquat, un herbicida altamente tóxico relacionado con la enfermedad de Parkinson y prohibido en nuestro país desde el 2021.
En septiembre, durante otra operación de control en la región La Libertad, el Senasa decomisó 49 frascos de agroquímicos que contenían clorpirifos.
El 4 de octubre, el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Comisión Europea notificó que un cargamento de frijol castilla proveniente de Perú pretendía ingresar a Malta pese a que contenía residuos de clorpirifos, pesticida vetado en la Unión Europea desde el 2020.
Las investigaciones científicas muestran que la exposición temprana al clorpirifos, por agua contaminada o residuos en alimentos, puede provocar a largo plazo problemas respiratorios y hasta disminución de la función pulmonar.
Para prohibirlo en Perú se consideró también que el clorpirifos es altamente tóxico para las abejas, las aves y los peces, y que no desaparece con facilidad de los suelos, con lo que se corre el riesgo de que pueda contaminar aguas subterráneas y afectar a organismos que habitan en ellas.
A continuación mostramos los resultados del tercer monitoreo por ciudad:
Lima
El Mercado Mayorista de Santa Anita es uno de los principales centros de abastos de la capital, donde cada día ingresan cerca de 7 mil toneladas de alimentos provenientes principalmente de Lima, Junín, Arequipa, Huánuco y Piura. De las 12 muestras de apio, cebollita china, pimiento y tomate recolectadas, 8 no eran aptas para el consumo humano.
En las muestras de apio se hallaron 21 residuos diferentes de plaguicidas por encima de los límites máximos permitidos, 12 estaban en una sola muestra -entre ellos permetrin y profenofos- y excedieron hasta 27 veces los límites permisibles de pesticidas conforme a la norma peruana. Se halló clotianidina, una sustancia utilizada para acabar con la mosca minadora de la papa, la cochinilla harinosa de la vid, y otras plagas que atacan a los cultivos de arroz, maíz, espárrago y pimiento. Sin embargo, este insecticida no está registrado en el Senasa para el cultivo del apio.
La cebollita china fue el segundo alimento más contaminado. En una sola muestra del Mercado Mayorista de Santa Anita hubo 9 pesticidas diferentes, entre ellos el fipronil, muy peligroso para las poblaciones de abejas. Por eso está prohibido en la Unión Europea desde el 2013, y en Colombia y Argentina desde el 2023.
Se halló también la sustancia bifentrina en una cantidad que superó 108 veces los estándares nacionales. Este es un pesticida clasificado como posible carcinógeno humano por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. En Perú, la bifentrina está registrada por 8 empresas, entre ellas Hortus, Adama y FMC Latinoamérica, para ser aplicada a los cultivos de arroz, palto, pimiento, mandarina y espárrago, pero no para la cebollita china.
Dos de las muestras de pimiento resultaron no aptas para el consumo humano, mientras que el tomate fue el único alimento en Lima en el que no se encontraron residuos de pesticidas por encima de los límites permitidos.
Huaraz y Huánuco
En el Mercado Mayorista de Challhua de la ciudad de Huaraz, 8 de las 12 muestras recolectadas no eran aptas para el consumo humano. En el apio se halló la sustancia cipermetrina por encima de los límites establecidos, un disruptor hormonal que interfiere en el desarrollo sexual masculino. Además, en las muestras de tomate, cebollita china y pimiento se encontraron residuos de profenofos, fipronil y fentoato en cantidades que superaron los estándares permisibles.
Mientras que en el Mercado Mayorista Señor de Puelles de la ciudad de Huánuco, 5 de las 12 muestras de apio, cebollita china, pimiento y tomate superaron los límites de residuos de pesticidas. En una sola muestra de apio hubo 6 plaguicidas distintos y la cantidad de clorfenapir superó hasta 128 veces los límites. Esta sustancia es considerada carcinógena y está presente en más de 35 pesticidas registrados en Perú para acabar con plagas que atacan los cultivos de maíz y arroz y tomate.
En el caso del pimiento, dos de las tres muestras recogidas no pasaron la prueba tras hallarse dos plaguicidas en exceso: fipronil y oxamil. Mientras que en la cebollita china una de las tres muestras contenía 2.6 veces cipermetrina que los límites permitidos.
Sólo en las muestras de tomate no se encontraron residuos de plaguicidas por encima de los límites máximos permitidos. Huánuco produce esta fruta, pero apenas el 1% de las cinco mil hectáreas que se siembran cada mes en Perú. Ica, Arequipa y Lima concentran el 50% de los cultivos, según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego.
Arequipa y Cusco
En el Mercado El Palomar de Arequipa 4 de las 12 muestras analizadas resultaron no aptas para el consumo humano. En una muestra de pimiento se encontró procimidona por encima de los límites permitidos, una sustancia catalogada como posible carcinógeno por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Se halló también residuos excesivos de cipermetrina en la cebollita china, mientras que el tomate contenía triflumuron, un insecticida prohibido en la Unión Europea desde el 2021.
Mientras que en el Mercado de Wanchaq de Cusco, de las 12 muestras de alimentos recolectadas 3 resultaron no aptas para el consumo humano. En el pimiento se halló fentoato, fipronil y oxamil; mientras que en el tomate isoprotiolane. Cusco siembra apenas el 0.8% del tomate que se cultiva al mes en el país. Los principales productores están en Arequipa, Ica y Lima.
El Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos aporta datos para que el Senasa mejore sus procesos de control y que los municipios puedan participar de manera más activa en el proceso de supervisión de los alimentos que llegan a los mercados provenientes del campo. Nuestro estudio ofrece también conocimiento a los ciudadanos para exigir la mejora de las prácticas de producción y control de los alimentos agropecuarios para acceder a alimentos seguros y de calidad. Mientras no mejoren los procesos, los peruanos tenemos que estar alertas frente a lo que consumimos.
Fuente: Salud con Lupa