(Agraria.pe) En los últimos 3 años, el Instituto Peruano del Espárrago y Hortalizas (IPEH) viene trabajando con el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), para demostrar que los agricultores de espárragos de Perú si están en condiciones de cumplir con estándares de calidad que permitan exportar el espárrago sin plagas cuarentenarias.
Así lo señaló el presidente del IPEH, Juan José Gal´Lino, quien indicó que su representada ha propuesto al APHIS, por intermedio de Senasa, un autocontrol, una normativa nacional mediante la cual nuestra industria esparraguera establecería ciertos parámetros mínimos de control fitosanitario con el objetivo final de garantizar la exportación de espárragos dentro de los estándares requeridos por Estados Unidos.
“Toda aquella empresa que cumpla el estándar puede recibir un certificado fitosanitario que hoy no existe para el espárrago y aquella empresa que logre el fitosanitario evita que su producto sea fumigado en destino”, indicó.
Ahora solo están a la espera de la decisión final de APHIS. Ya han pasado satisfactoriamente los estudios conjuntos sobre el control de plagas, se ha propuesto el plan de trabajo respectivo y está en revisión.
En la actualidad hay nueve empresas en un plan piloto, en el cual todas las semanas se reportan al Senasa y APHIS las plagas detectadas y se informa cómo la están controlando y los monitoreos realizados, para que ellos vean cómo es el trabajo profesional que realizamos durante proceso.
“Ese proceso está propuesto a APHIS. Estamos a la espera que nos lo confirme para que Senasa lo pueda oficializar. Una vez que eso suceda, que debe ser en las próximas semanas, APHIS definiría a partir de cuando el espárrago peruano que cumpla con los requisitos de la auto reglamentación, pueda ser exportado sin fumigación. Yo esperaría que, si todo va de acuerdo a lo planificado, antes de fines del presente año deberíamos tener, ojalá, los primeros embarques sin fumigación en Estados Unidos”, anunció.
Estándar mínimo de calidad
Sobre lo que debe hacer el IPEH en adelante, indicó que lo importante es tratar de estandarizar un poco más el producto, no para que todos sean exactamente iguales, sino que todos los espárragos que cruzan la frontera del Perú tengan un estándar mínimo de calidad.
“Es por eso que se está trabajando con Senasa para que esa reglamentación, esa norma que se está discutiendo con APHIS, sea de alcance nacional porque con eso evitamos que algún exportador pueda enviar un producto que no cumpla con las características mínimas y haga daño a toda la industria. Ese es un tema básico, fundamental. Que la industria del espárrago peruano tenga una regulación que garantice el cumplimiento con estos estándares mínimos. Hoy eso no sucede, como ocurre en otros cultivos. Ese es un punto de partida fundamental”, sostuvo.
El presidente del IPEH indicó que, si se evita la fumigación, el espárrago peruano va a tener una mayor vida útil de anaquel, va a poder competir mejor en el mercado, va a poder enviarse 100% por barco, no necesariamente por avión que es más caro. “Entonces, hay un efecto de menores costos, de mayor vida útil, hay un efecto también de poder dar valor agregado al producto. Y todo esto siempre tiene que ser acompañado de una buena coordinación con Senasa para la regulación clara”, agregó.
Anotó que es importante una regulación que todas las empresas sean capaces de cumplir, no solo las grandes o medianas. “Es un estándar sanitario mínimo, pero las empresas pueden hacer mucho más. El mínimo debe tener características simples y sencillas que cualquier empresa las pueda cumplir. Con esa estandarización, con las mejoras de la oferta en calidad, mayor vida útil si se evita la fumigación y valor agregado al producto, podemos tener un producto en anaquel en Estados Unidos que compita mejor con el mexicano”, afirmó.
Recuperar mercado australiano
Hoy el principal mercado del espárrago peruano es Estados Unidos y, en segundo lugar, Europa. Un importante mercado también era el australiano, pero se perdió en el 2019 por problemas con la plaga de trips.
“Tuvimos que suspender las exportaciones. Se está haciendo un trabajo con el manejo de la fosfina para mitigar las plagas que Australia restringe. Es un trabajo que está bastante avanzado, próximo a ser presentado a las autoridades australianas para tratar de recuperar, a lo largo del año, ese mercado que se nos cerró por un tema igualmente sanitario”, señaló el presidente del IPEH.
En una clara muestra de optimismo, indicó que el solo hecho de tener estándares nuevos y superar el tema con Estados Unidos y Australia, va a permitir el acceso a otros mercados por haber llegado a estos estándares mínimos.
“Si queremos decir cuál es el reto de la campaña o de la industria esparraguera en general, yo creo que es resolver o tener bajo control sus problemas fitosanitarios que son los que nos limitan el acceso a mercados, nos limitan la vida útil en anaquel y nos obligan a hacer fumigaciones”, aseguró.
Llamado a los esparragueros
Gal´Lino hizo una invocación a todos los agricultores esparragueros del Perú a hacer sus mejores esfuerzos por llegar a tener, de forma definitiva, un buen control sobre las diferentes plagas que tiene el cultivo y que son las que limitan el acceder a algunos mercados o tener una mejor condición de acceso a mercados, como Estados Unidos, por la fumigación.
“Creo que, así como hemos hecho esfuerzos en otros cultivos para lograr llegar a estándares internacionales y que nuestros productos sean recibidos con las puertas abiertas en diferentes mercados del mundo, nos falta en el espárrago dar ese paso para poder mostrar al mundo que también somos capaces de tener controles fitosanitarios de nivel mundial y, de esa forma, poder ser recibidos sin restricciones, de mejor manera en los mercados actuales y poder abrir puertas para nuevos mercados en el mundo”, aseveró.
En otro momento dijo que el espárrago es una industria que ha estado golpeada en los últimos años por temas de competitividad por los injustificados cambios en la Ley Agraria, la propia competencia interna de otros productos y, en buena parte, por culpa de los propios agricultores por no hacer los esfuerzos suficientes para mostrar al mundo lo que son capaces de hacer.
Fuente: El Horticultor, revista del IPEH