Las 100 millones de toneladas al año provenientes de 130 países tropicales y subtropicales convierten al plátano en la fruta más popular del mundo.
(Agraria.pe) Los plátanos Cavendish están en peligro. Una letal plaga amenaza las cosechas a nivel mundial. El mal de Panamá, nombre con el que se conoce a la plaga que trata de acabar con una de las frutas más consumidas de todo el planeta, se trata de una cepa del hongo Fusarium oxisporum que acabó en el pasado con los Gros Michel.
Las 100 millones de toneladas al año provenientes de 130 países tropicales y subtropicales convierten al plátano en la fruta más popular del mundo. Algunos expertos estiman que de acá a 5 o 10 años el plátano se extinguirá completamente.
El 99% de los plátanos que se venden en los países desarrollados derivan de la variedad Cavendish y el problema proviene por el modo con el que esta especie se cultiva. Mientras diversidades de otros frutos se plantan juntos con otros, los plátanos que podemos encontrar en el supermercado son todos iguales (literalmente iguales ya que son copias genéticas) y necesitan sus propias tierras para desarrollarse.
“Estos brotes recientes confirmaron que estos hongos se están propagando", explica el patólogo de plantas Randy Ploetz de la Universidad de Florida, que identificó el hongo por primera vez en 1989 a partir de unas muestras procedentes de Taiwán. Desde entonces, los productores bananeros han estado tratando de escapar de los efectos del marchitamiento por el fusarium, también conocido en Panamá como la enfermedad de Tropical Race 4 o TR4.
La nueva cepa del Fusarium oxisporum ha comenzado a arrasar Australia, África e Indonesia, por lo que está en riesgo el 47% de la producción mundial de plátanos del mundo. Según asegura la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a lo largo del último siglo se ha perdido el 75% de los recursos genéticos en agricultura y ganadería.
Por el momento, la única solución para recuperar las plantaciones afectadas sería quemar plantación por plantación para erradicar el hongo y empezar de cero con un cultivo diferente, pero, esta idea no funcionaría ya que el hongo permanecería en el suelo, lo que llevaría a acabar completamente con ellos.