31 julio 2020 | 09:14 am Por: José Carlos León Carrasco | jcleon@agraria.pe

Conocimiento sobre plagas y enfermedades es crucial para un buen manejo

Alto dinamismo productivo en arándanos genera aparición de plagas y enfermedades en el cultivo

Alto dinamismo productivo en arándanos genera aparición de plagas y enfermedades en el cultivo
Actualmente las áreas de arándano a nivel nacional alcanzan las 12.000 hectáreas -siendo las principales zonas de producción Chavimochic (La Libertad), Olmos (Lambayeque), Áncash, Lima, Ica- y probablemente en corto plazo se llegue a las 20.000 ha.

(Agraria.pe) El alto dinamismo productivo de arándanos en Perú -que nos ha posicionado como el principal país exportador de esta fruta en el mundo- ha generado la aparición de plagas y enfermedades en el cultivo. En la medida que crecen las áreas del mencionado berry empiezan a incrementarse estos problemas.

Así lo señaló el director ejecutivo de Cultivida, Carlos Rodríguez Koch, quien indicó que actualmente las áreas de arándano a nivel nacional alcanzan las 12.000 hectáreas -siendo las principales zonas de producción Chavimochic (La Libertad), Olmos (Lambayeque), Áncash, Lima, Ica- y probablemente en el corto plazo se llegue a las 20.000 ha.

Manifestó que el complejo de plagas y enfermedades para este cultivo es bastante amplio, por lo que el conocimiento de las mismas es crucial para un buen manejo, y las evaluaciones son claves para definir los productos y momentos de aplicación.

Agregó que para un adecuado manejo se debe tener en cuenta: Si el cultivo es orgánico o convencional; el producto esté registrado para la plaga en la etiqueta; cuente con tolerancias en el país de destino; se respete el período entre la última aplicación y la cosecha; al momento de su aplicación no se excedan los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos por el país de destino o incluso por cliente que pueden ser más restrictivos; se tengan establecidas las curvas de degradación para el cultivo en cada zona de producción.

Enfermedades
Carlos Rodríguez indicó que para que se desarrolle una enfermedad debe haber tres condiciones (triángulo de la enfermedad): el hospedero (planta susceptible), condiciones ambientales favorables y el patógeno. En ese sentido, las enfermedades más importantes en arándanos son:

Roya del arándano: Se tiene dos especies introducidas: Naohidemyces vaccinii y Thekopsora mínima. Ambas afectan a las hojas y producen defoliación durante el desarrollo del cultivo, siendo la segunda más agresiva y está focalizada en Chavimochic. Esta enfermedad aún no cuenta con muchas alternativas de control registradas en el Senasa, la opción biológica es productos en base a bicarbonato de potasio.

En general la roya es enfermedad que se registra durante la primavera y verano, es decir requiere humedad ambiental alta (neblina). El año pasado ya se registró esta enfermedad, lo que alertó a los productores y en esta campaña se verá qué graves daños puede ocasionar.

Oídium: Es un hongo nuevo que se ha agudizado desde 2019, que afecta a ramas y frutos tiernos. Al ser una enfermedad nueva no hay productos registrados, sin embargo, los triazoles podrían realizar un buen control, pero hay que tener en cuenta la carencia de los mismos. Los productos biológicos utilizados en el control de Botrytis podrían mitigar el problema.

Botrytis cinérea (pudrición marrón de las flores): hongo que se presenta cuando hay alta humedad ambiental y afecta a nivel de la floración, puede quedar en forma latente durante el desarrollo del fruto y causar pudriciones poscosecha en destino.

Las alternativas de control químico con carencias cortas de entre 1 a 3 días son: hidroxianilidas, anilopirimidinas, o mezclas de carboxamidas + estrobilurinas, fenilpirroles + anilopirimidinas.

Además, se cuenta con un espectro bastante interesante de productos biológicos orientados al control de este hongo que pueden ser utilizados sin dejar residuos como los extractos de plantas, especies de Bacillus spp., productos a base de bicarbonato de potasio, entre otros.

Lasiodiplodia theobromae (muerte regresiva): hongo muy agresivo que produce la muerte de ramas ramillas y en poco tiempo puede ocasionar la muerte del árbol. Ingresa a través de heridas de poda. Es el de mayor incidencia en los cultivos de palto, vid, mango entre otros, que son cultivos comunes en zonas de producción como Chavimochic y Olmos.

En este caso la mejor opción es cubrir los cortes poda con alguna pasta desinfectante o hacer aplicaciones posteriores a la poda con productos del grupo de los triazoles, bencimidazoles, isoxazoles.

Alternaria tenuissima (mancha marrón): es un hongo que afecta a las hojas produciendo necrosis, pudiendo atacar también los frutos. Requiere de alta humedad ambiental para su proliferación. Dentro de los productos con registro que lo controlan están en base a triazoles, mezcla de triazoles + estrobilurinas, carboxamidas + estrobilurinas e imidazoles.

Plagas
Por otro lado, el director ejecutivo de Cultivida señaló que el arándano, al ser un cultivo introducido de otra zona geográfica, ha encontrado en su entorno una serie de plagas nativas que lo afectan en mayor o menor incidencia, dependiendo de las condiciones ambientales. Entre las principales plagas tenemos:

Escarabajos “run run” (Paranomala undulata peruviana): es un insecto que dependiendo de la población puede ocasionar grandes estragos dado que los adultos se alimentan de las flores y las larvas se alimentan de las raíces. Generalmente se desarrollan en zonas de abundancia de materia orgánica (estiércol, guano de corral).

Para el caso de los adultos el control efectivo es mediante trampas de luz y para el caso de larvas que afectan raíces el uso de nematodos entomopatógenos ha dado buenos resultado.

Gusano perforador (Chloridea virescens): el adulto coloca los huevos en los terminales, y las larvas de los primeros estadios se alimentan de las hojas y conforme desarrollan migran a los frutos, perforándolos. Desde el punto de vista químico hay productos con baja residualidad que tienen tolerancia en los países destino y controlan la plaga sin problemas.

Gusano pegador (Argyrotaenia sphaleropa): el adulto coloca la postura en los terminales o entre los frutos, al eclosionar la larva, barrena el brote o los frutos pegando los mismos, encontrando la larva en su interior.

El control de lepidópteros afortunadamente cuenta con opciones tanto de control químico con un perfil ambiental y de residuos bastante interesante en donde se puede contar con productos en base a spynosines, diamidas, inhibidores de la biosíntesis de quitina, que pueden permitir una rotación adecuada.

En cuanto al control biológico, hay productos en base a Bacillus thuringiensis, que han demostrado una muy buena eficacia y son alternativas de rotación. El uso de trampas de luz, bolsas negras, agua con melaza, entre otros, ha permitido monitorear la presencia de estas plagas y contribuir al control.

Moscas blancas (Bemisia tabaci y Aleurodicus spp.): se presentan en condiciones de mayor temperatura, las posturas las realizan en el envés de las hojas y las ninfas al alimentarse excretan mielecilla en donde desarrolla el hongo de la fumagina que puede manchar hojas y frutos.

Esta plaga se incrementa en los meses de verano, y los cultivos vecinos como paltos son una fuente de migración. La idea es iniciar la campaña con una baja presión de la plaga, por lo que la eliminación de rastrojos de poda es una práctica ideal, esto complementado con lavado de las plantas y aplicaciones de aceite agrícola hacen que pase a un segundo plano. Si la presión se mantiene lo ideal son aplicaciones tempranas de insecticidas del grupo de los neonicotinoides.

Chanchito blanco, cochinilla (Planococcus ficus y Pseudococcus longispinus): estos insectos, que están presentes en todo el ciclo de la producción, lo que hacen es alimentarse de las raíces, tallos o frutos y, dependiendo de la temporada, se van desplazando hacia el fruto, en donde también producen mielecilla y donde desarrolla la fumagina. En muchos de los casos estos insectos son cuarentenarios y la fruta con presencia de estos insectos puede ser rechazada en el país de destino.

Para el caso de esta plaga las opciones posibles como son los neonicotinoides, inhibidores de quitina, derivados de los ácidos tetrónicos y tetrámicos, no cuentan con registros en etiqueta por lo que su uso está restringido. Desde el punto de vista del control biológico contamos con herramientas como el extracto de quillay, aceites agrícolas, que son productos que se pueden utilizar sin problemas de residuos.

Arañita roja (Tetranychus urticae): este es un ácaro que afecta a nivel de las hojas, produciendo un raspado de las mismas, dependiendo de la población, puede llegar a afectar al fruto. Si bien es cierto es una plaga secundaria, controles efectivos se pueden realizar haciendo aplicaciones con productos a base de azufre.

Caracha (Prodiplosis longifila): es una pequeña mosca que coloca sus huevos en los terminales y flores, siendo las larvas las que ocasionan el daño al raspar el tejido y deformar los brotes y frutos. El control de esta plaga es bastante complicado, pero el uso de trampas de luz o trampas de plástico blanco ayudan a reducir las poblaciones, otras alternativas son aplicaciones de aceite agrícola.

El control químico si bien es bastante eficiente tiene el problema de la residualidad, dentro de ellos destacan los productos del grupo de los derivados de los ácidos tetrónicos y tetrámicos.

Thrips (Thrips tabaci y Frankliniella spp.): son insectos muy pequeños que se encuentran atacando a nivel de flores y frutos pequeños, causando un raspado que se traduce en pérdida de la calidad de los frutos. La incidencia es mayor en campos vecinos a plantaciones de espárragos.

Las opciones desde el punto de vista de control químico son escasas para esta plaga, dentro de ellos destaca el uso de productos del grupo de los spynosines, con muy buen control, productos en base a azufre pueden actuar como repelentes.

Dato

.  A la fecha, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) tiene registrados 228 productos tanto convencionales como biológicos para el control de plagas y enfermedades.

 

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