07 mayo 2025 | 10:33 am Por: Redacción

Incremento de temperatura representa una amenaza para la biodiversidad

Temperatura en Perú podría aumentar hasta en 3°C para el año 2050 debido al cambio climático

Temperatura en Perú podría aumentar hasta en 3°C para el año 2050 debido al cambio climático
Karina Chuquispuma, decana adjunta de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Científica del Sur, destaca que la colaboración entre diversos actores de la sociedad en iniciativas de responsabilidad social es clave para lograr un impacto sostenible, impulsando soluciones efectivas y de largo plazo en las que cada actor asuma un rol activo.

(Agraria.pe) Según estimaciones del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico, la temperatura en Perú podría aumentar hasta en 3°C para el año 2050 debido al cambio climático. Este incremento representa una amenaza para la biodiversidad, ya que altera los ecosistemas, reduce la disponibilidad de agua y pone en riesgo la supervivencia de numerosas especies.

De acuerdo con Karina Chuquispuma, decana adjunta de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Científica del Sur, esta problemática se ve intensificada durante los meses de verano, ya que las altas temperaturas aceleran la descomposición de residuos orgánicos y otros materiales, lo que en algunos casos libera gases que contribuyen al efecto invernadero.  “Estos gases retienen el calor y favorecen el calentamiento global, lo que causa sequías, lluvias irregulares y fenómenos extremos, afectando la salud y los ecosistemas”, señala.

Ante este escenario, minimizar el impacto ambiental requiere un compromiso tanto de las organizaciones públicas y privadas como de la ciudadanía. “Optar por medios de transporte sostenibles y reducir el uso de plásticos disminuyen la huella ambiental. Asimismo, la correcta gestión de residuos minimiza la contaminación, promueve la economía circular y el aprovechamiento de recursos. Estas prácticas, aunque parezcan pequeñas, son clave para mitigar el cambio climático y avanzar hacia un desarrollo sostenible”, indica Sandra Alarcón, jefa de Responsabilidad Social Universitaria de la Universidad Científica del Sur.

En este contexto, las voceras de la Universidad Científica del Sur comparten recomendaciones clave para el uso responsable de los recursos naturales y promueven buenas prácticas ambientales, a raíz del impacto generado durante los primeros meses del año:

  1. Reducir, reutilizar y reciclar. Optimizar el consumo de productos innecesarios ayuda a disminuir la generación de residuos, mientras que reusar objetos y materiales contribuye a prolongar su vida útil. Reciclar, por su parte, permite transformar materiales como plástico, vidrio, papel y metal en nuevos productos, reduciendo la necesidad de extraer nuevos recursos y limitando la contaminación. “En el Perú se generan aproximadamente 23 mil toneladas de residuos sólidos al día, de las cuales el 78% podrían reciclarse. Sin embargo, solo el 1.8% se reincorpora a la cadena de reciclaje”, señala Chuquispuma.
  2. Disminuir el consumo de agua. Se recomienda cerrar los grifos al cepillarse los dientes o lavar los platos, reusar el agua cuando sea posible y optar por duchas de bajo consumo. Además, reparar fugas a tiempo evita desperdicios y fomenta una cultura de conciencia hídrica. En organizaciones, es clave reutilizar el agua de lavamanos y duchas (aguas grises) para riego o limpieza y optimizar su uso con tecnologías eficientes.
  3. Incentivar el ahorro de electricidad. Reducir el consumo energético es clave para minimizar la huella de carbono. Es recomendable apagar luces y dispositivos cuando no se utilicen, aprovechar la luz natural y elegir electrodomésticos eficientes. Además, optar por luces LED en lugar de focos tradicionales reduce el gasto eléctrico y prolonga su vida útil. Para un mayor impacto, la transición a fuentes renovables, como la energía solar, es una alternativa sostenible y responsable.
  4. Utilizar transporte sostenible. Optar por medios de movilidad eficientes, como el transporte público, la bicicleta o los vehículos eléctricos, contribuye a la preservación ambiental al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire, impulsando el uso de energías limpias. Además, ayuda a disminuir la congestión vehicular y promueve un desarrollo urbano más ordenado, lo que protege los ecosistemas y mejora la calidad de vida.
  5. Impulsar el cuidado en universidad e institutos. Estos centros reúnen a una gran cantidad de personas, lo que los convierte en espacios clave para promover la acción ambiental. Adoptar prácticas sostenibles, como el uso eficiente del agua y la energía, es fundamental. “En nuestra institución, por ejemplo, se incorporan en la malla curricular contenidos vinculados a la economía circular, la sostenibilidad, la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente. Además, se impulsan programas de reciclaje y se fomenta la participación estudiantil en proyectos ecológicos, con el objetivo de fortalecer la conciencia ambiental desde la formación académica”, señala Alarcón.

Además, Chuquispuma resalta la necesidad de que el sector público y privado trabajen en conjunto con la academia en iniciativas de responsabilidad social, ya que enfrentar el cambio climático requiere el compromiso de todos los actores. “El mundo está cambiando, y las nuevas generaciones están cada vez más dispuestas a ser agentes de transformación. Fomentar una cultura de sostenibilidad es un deber compartido”, sostiene.

 

Etiquetas: cambio climatico