(Agraria.pe) El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), plantea un trabajo coordinado desde los gobiernos locales con las diferentes autoridades e instituciones, a fin de reducir el impacto de la inseguridad alimentaria en el país.
Refirió que las crisis alimentarias son desencadenadas por varios factores, como los eventos climáticos que provocan escasez y aumento de precios en materia prima; el crecimiento poblacional y los conflictos bélicos.
A nivel mundial, los fenómenos climáticos que generan inseguridad alimentaria son las sequías, inundaciones y deslizamientos por lluvias, los cuales han afectado gravemente la producción de alimentos.
Asimismo, indicó que el riesgo que implica la crisis alimentaria que existe a nivel global no es ajeno al Perú, porque según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el año 2021 cerca de 6.8 millones de peruanos se encontraron en condición de inseguridad alimentaria grave, que equivale al 20% de la población.
Además, se estimó que 16.6 millones de peruanos en 2021 estaban en situación de inseguridad alimentaria, lo que significa que casi la mitad de la población del país tenía dificultades para obtener alimentos nutritivos e inocuos en cantidades suficientes para satisfacer sus necesidades energéticas diarias.
En ese sentido, ante el gran porcentaje de población en situación de vulnerabilidad económica que aumenta la probabilidad de caer en situación de inseguridad alimentaria, recomendó un trabajo coordinado desde los gobiernos locales.
“El Ceplan recomienda desde los gobiernos locales concientizar a la sociedad sobre la magnitud de este problema y tomar medidas de prevención para reducir su impacto, por lo que se debe trabajar coordinadamente para garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos”, afirmó.
Según la Organización de las Naciones Unidas, la cantidad de sequías ha aumentado en un 29% desde el año 2000 al 2020 en el mundo.
Al respecto, según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, se estima que, de aquí a 2050, las sequías podrían afectar a tres cuartas partes de la población del planeta, tratándose de un problema mundial y urgente.