20 febrero 2025 | 10:15 am Por: Redacción

La empresa posee más de 600 ha de variedades Eureka, el 100% plantadas en suelo

Family Farms Perú: un recambio ‘premium’

Family Farms Perú: un recambio ‘premium’
Agroinversiones Valle y Pampa se había iniciado en el negocio del arándano en 2010, de la mano de Biloxi. Tras firmar una alianza con la norteamericana Family Tree Farms, se creó Family Farms Perú, que hoy produce las variedades del programa genético MBO. Para esta campaña proyectaron una producción de 7 millones de kilos.

(Agraria.pe) Cuando la familia de Juan Pablo Bentín llegó al desierto de Pampa California, en Pisco, en el año 2008, allí no había nada. Todo era dunas y viento.

–Todo el mundo decía que éramos unos locos por aventarnos acá, porque no había agua– cuenta el hoy gerente agrícola de Family Farms Perú, una de las más importantes productoras de arándanos del sur del país. –Fuimos los primeros en cultivar. Nadie daba un sol por esta zona. Ahora todo el mundo quiere estar acá.

La familia Bentín se estableció en esa franja del desierto pisqueño, a 68 kilómetros al norte de la ciudad de Ica, con el objetivo de producir espárragos y granada. Bajo el nombre Agroinversiones Valle y Pampa, desarrollaron una operación que llegó a tener 120 hectáreas (ha) de espárrago. Fue una decisión familiar. Habían vendido la cervecería Backus y algunos de los hermanos –Miguel y Juan Pablo– ya tenían experiencia en agroindustria, así que incursionar en este sector parecía una buena decisión.

Tan pronto como en 2010 comenzaron sus pruebas con el arándano y algunos años después ya tenían 45 ha de Biloxi en plena producción. Pero, como explica Juan Pablo Bentín, el camino no fue fácil.

–Hemos tenido grandes dolores de cabeza, porque fuimos los primeros en plantar en la costa. Además, había muy poco conocimiento del arándano en el Perú– cuenta. –Nuestra experiencia ha sido larga y es una mochila que hemos tenido que cargar hasta hace pocos años. Logramos nuestras primeras cosechas en 2011, pero fueron muchas caídas y levantadas.

Bentín señala que, por ejemplo, tuvieron que probar muchas fórmulas de preparación de suelos e, incluso, intentaron instalar las plantas directamente en la arena y proveerlas de condiciones a través de productos vía sistema de riego, pero que ninguna de estas pruebas dio resultados. Finalmente, encontraron el sustrato ideal: 40 litros de turba por planta en suelo. Casi como una maceta.

El gerente agrícola de Family Farms señala que las dunas de Pisco reunían características muy particulares que, según dice, los obligaron a escribir su propio ‘libro del arándano’, incluso teniendo que, en muchos casos, desoír los consejos y advertencias de los asesores que llevaban al campo.

–Por ejemplo, la escuela californiana, que es la base del cultivo del arándano en EE UU, te dice que no puedes usar nitrato en el cultivo y que el pH tiene que estar a rajatabla a 5, en suelo y a todo nivel– dice. –Nosotros no seguimos esas doctrinas en absoluto. Nosotros tenemos un agua muy especial, a la que tenemos que bajar el ratio de absorción de sodio, por lo que nos vemos obligados a contar con una disolución muy estable de calcio para bajar ese indicador. El único fertilizante que te permite hacer eso es el nitrato de calcio. Los especialistas nos dijeron “no puedes aplicar nitrato, ¡vas a matar tu planta!”. Y en esa época eso era doctrina. Pero nosotros rompimos ese paradigma.

Recién a partir de 2016, dice, Valle y Pampa comenzó a tener buenas producciones comerciales. Fueron cinco años de intenso aprendizaje.

Acceso a programa genético ‘premium’
En 2019, con una Biloxi que caminaba muy bien y que producía 30 toneladas por hectárea, se dio el encuentro con una compañía frutícola muy importante de California: Family Tree Farms. Conducida por la familia Jackson, proveía de fruta, sobre todo carozos, a importantes cadenas de supermercados norteamericanas. Family Tree Farms ya tenía una operación de arándanos  en Barranca, al norte de Lima, junto con socios peruanos (Agrícola Santa Azul), pero quería seguir creciendo con esta fruta en Perú. Los Bentín, que tenían todo el conocimiento del cultivo, necesitaban, por su parte, un socio para crecer. Del encuentro de esas dos familias agricultoras nació Family Farms Perú.

Fue un encuentro fructífero para ambas compañías. Valle y Pampa aportó el terreno. Aportó todo su conocimiento en el manejo del cultivo en el desierto de Pisco, con sus particulares condiciones. Contribuyó con capital y quedó a cargo 100% de la operación. Family Tree Farms aportó, por su lado, además de capital, algo fundamental: la licencia para producir las variedades de Mountain Blue Orchards (MBO), una de las casas genéticas de arándano más importantes del mundo.

Según explica Bentín, Family Tree Farms no solo tiene la exclusividad para plantar las variedades de MBO en el Perú. Tiene, además, la licencia de exclusividad para comercializar estas variedades en EE UU, el principal comprador de arándanos peruanos en el mundo. El programa genético de MBO es conocido mundialmente por la variedad Eureka. Su creador, el australiano Ridley Bell, fundador de Mountain Blue, la descubrió en 2008 al cruzar de forma natural dos variedades de arándanos, lo que dio como resultado una baya gigante, de sabor dulce y afrutado. Con los años, la compañía ha lanzado al mercado nuevas variedades que derivan de la variedad ‘madre’, pero que, según Juan Pablo Bentín, la han superado.

–Podríamos decir que hay tres generaciones de Eureka– explica el gerente agrícola de Family Farms Perú. –De la generación más antigua, la más representativa es Eureka a secas, también llamada ‘Eureka madre’. Esa fue la que posicionó a MBO como casa genética de fruta de calidad.

La segunda generación está integrada, principalmente, por Eureka Sunrise (una variedad temprana, que en 2023 ganó el Premio al Sabor Superior del International Taste Institute) y Eureka Sunset (una variedad tardía). Y la tercera, siempre según Bentín, vendría a ser la Eureka Gold, la última en llegar a los campos de Family Farms y probablemente, a estas alturas, la niña bonita del vecindario.

600 hectáreas de arándanos en el desierto
Una vez constituida Family Farms Perú, sus directivos decidieron plantar principalmente Eureka, Eureka Sunrise y Eureka Sunset. Pero antes de hacerlo, antes de tener las plantaciones listas, tuvieron que enfrentar todos los problemas logísticos y operacionales que provocó la pandemia.

–Fue terrible. Ya teníamos las plantas pedidas y teníamos que hacer reservorio, nivelar el terreno, hacer obras. Fue difícil hacerlo, pero lo sacamos adelante– cuenta Bentín.

Arrancaron en enero de 2021, con 100 ha: 45 ha de Eureka (de las cuales, el 20% fueron de su polinizante, First Blush); 50 ha de Eureka Sunrise y 5 ha de Eureka Sunset. Ese mismo año, tuvieron una cosecha incipiente, de unos 300.000 kilos. Fue una suerte de prueba, querían ver cómo vendría la fruta, y quedaron bastante contentos. A finales de 2021 instalaron la segunda etapa, 100 hectáreas más, todas con Eureka Sunrise.

–La Eureka Sunrise fue la que nos dio resultados más evidentes en ese momento. Calidad y validación de la productividad– dice Juan Pablo Bentín. –Y, además, es una variedad temprana. En Perú casi no hay variedades tempranas. [Con Sunrise] tienes una cosecha muy larga, de casi 30 semanas, que comienza a finales de mayo y tiene una curva muy consistente que, generalmente, se hace un pico alrededor de la semana 31 y un segundo pico alrededor de la semana 38.

En los siguientes años, la compañía también creció en las otras variedades. En Eureka Sunset, tardía, que tiene su pico de cosecha hacia la semana 45. Y en Eureka y Eureka Gold, variedades de media estación, cuyo pico de cosecha es entre las semanas 40 y 43. De esa manera, hoy puede ofrecer a sus clientes de manera consistente fruta desde mayo hasta el final de la temporada.

El manejo de estas variedades fue, desde luego, distinto al que tenían con Biloxi. Sin entrar en demasiados detalles, Juan Pablo Bentín señala que, simplemente, capitalizaron todo el conocimiento que habían adquirido durante años sacando adelante esta variedad –que en el momento en el que la eliminaron les producía 30 t/ha– aplicándolo a las variedades de la casa genética australiana.

A finales del año 2024, con cerca de 200 ha recién instaladas, Family Farms Perú contaba con 239 ha de Eureka Sunset; 238 ha de Eureka Sunrise; 125 ha de Eureka más First Blush; y 80 de Eureka Gold (tienen el campo comercial de Gold más grande del mundo). En total, más de 600 hectáreas de arándanos, gran parte de ellas con variedades de nueva genética, en lo que constituye la plantación de berries más grande de las que existen al sur de Lima.

Las plantas son traídas desde Chile, de dos viveros situados en Talca (región del Maule): Sinergia Bio y Grupo Hijuelas. Juan Pablo Bentín explica que actualmente no hay muchos viveros licenciados para producir las plantas de MBO. Que en Perú, Fall Creek tiene licencias solo para algunas variedades, y que está al tanto de que una empresa del norte de la región Lima implementará su propio laboratorio y vivero con variedades de MBO, para convertirse en un proveedor en Perú.

Bentín cuenta que hay interés de muchos productores nacionales por hacerse de variedades de MBO para sus plantaciones. Y que, por esa razón, los dueños de Family Farms Perú –los directivos de Valle y Pampa y de Family Tree Farms– han decidido formar una nueva compañía, llamada Family Tree Farms Services, para abrir el portafolio de variedades que tienen licenciadas a terceros.

–Tenemos productores interesados en Trujillo, en Chao y Virú; también en Ica, en Chincha y en Barranca. Medianos y grandes. Actualmente, estamos haciendo pruebas en Arequipa y en Olmos– dice.

Exitosos ensayos en poda
Cuando Redagrícola visitó el fundo de Family Farms, en las primeras semanas de diciembre, el pico de la campaña había pasado y las plantas no estaban ya en producción plena. Sin embargo, en un sector del campo encontramos unas bayas de gran tamaño y firmeza que llamaban poderosamente la atención. Eran las Eureka Gold, una de las últimas novedades de MBO; una variedad ‘premium’, con un calibre promedio de 21 mm.

–Esta es una variedad que creo que cumple con todo el paquete en cuanto a lo que buscas en una fruta– dice Juan Pablo Bentín. –Es muy rica, es la que mejor calibre nos da y por ello es eficiente de cosechar. Desde 2022, nuestro estándar para el calibre Jumbo es de 19 mm para arriba. La Eureka Gold nos puede dar más del 75% de fruta Jumbo ponderada al año. Es una fruta muy consistente en la campaña, muy ‘crunchy’, dulce, siempre por encima de los 12° Brix, con un buen sabor en general.

El único inconveniente que tiene la Gold –añade– es que necesita despunte para hacerla altamente productiva. Un despunte en el segundo entrenudo del brote para obligarlo a ramificar. Por lo demás, resulta de las más eficientes para cosechar.

–¿Qué variedad es mejor?… Hay gente que prefiere la Sunrise y gente que prefiere la Sunset. Si te pones a pensar, es realmente un lujo poder debatir cuál de tus variedades es más rica. Pero todos los factores mencionados anteriormente hacen que, como paquete, Gold sea mejor.

En el campo, Bentín mostró los ensayos que vienen haciendo en las técnicas de poda para lograr plantas más sanas y con brotes parejos, tanto en cantidad y calidad. El último que vienen poniendo en práctica es el de dejar tirasavias, que permitan que la savia continúe circulando, manteniendo activa a la planta. La diferencia con respecto de las plantas que son podadas por completo es evidente. En las que fueron podadas dejando tirasavias, las nuevas ramas han brotado más sanas y uniformes.

–La lógica es que al dejar tirasavias, mantienes a parte de la planta haciendo fotosíntesis activa. Se mantiene más sana, sin estrés, y al evitar el estrés se puede defender mejor ante enfermedades como el hongo de la madera– dice. Señala que han hecho estos ensayos con cada una de las variedades que tienen, obteniendo respuestas singulares pero, en general, favorables, por lo que han decidido usar esta estrategia de poda en toda la plantación.

A diferencia de compañías vecinas que también producen arándanos, en Family Farms Perú no desarrollan el cultivo sobre macetas, sino en camellones y usando turba como sustrato.

–Parece que ahora en Perú usar maceta es la receta, ¿no? Casi un ‘trending topic’– dice Bentín. Señala que desde que comenzaron han cultivado arándano en suelo y que siempre les ha ido bien. Que han hecho pruebas con maceta y que no encontraron grandes diferencias que les hicieran pensar que valía la pena invertir más en esta técnica.

–Técnicamente, hay muchos temas a tomar en cuenta [a la hora de decidir usar maceta]– dice. –Primero, si tienes un suelo como para plantar en suelo. Acá lo tenemos. Segundo, si tienes capacidad de riego o no. Por lo general, la maceta te permite ser eficiente en riego, te permite hacer mayor densidad y llegar más rápido al pico de producción. Pero a nosotros nos va bien en suelo, estamos como en nuestra zona de confort y quizás nos resulta difícil movernos de allí. Pero eso no quiere decir que en algún momento no vayamos a hacerlo. Lo que pasa es que la inversión en maceta por lo general es el doble, incluida la planta. Entonces, no nos molesta esperar un par de años y llegar al pico de producción invirtiendo la mitad.

El gerente agrícola explica que el suelo en Pampa California es muy homogéneo, que hay algunas vetas de limo que hay que tratarlas de manera diferente, pero que son muy pocas. No es un suelo con mucho caliche y las pocas sales que tiene, sobre todo cloruro de sodio, son muy fáciles de lavar. Dice que cuando se prepara el campo, a la semana ya se pueden instalar las plantas.

Bentín reflexiona sobre las diferencias entre producir arándanos en Ica y hacerlo en el norte del país.

–Primero, el riesgo climatológico. Para el norte, El Niño es devastador– dice. –Y, por otro lado, en el sur, la fruta tiene mejor sabor. Es por el diferencial térmico. En Ica puede haber más de diez grados de diferencial térmico entre el día y la noche, pero con frío en la noche y calor en el día. En el norte, puedes tener diez grados de diferencial térmico, pero con 20 grados en la noche y 30 grados en el día. No es solo el diferencial térmico; es que en Ica llegas a tener frío en la noche.

Disponibilidad de agua de buena calidad
Durante la visita a Family Farms Perú también se pudo apreciar mallas de color negro instaladas junto al cultivo, cuya función es proteger a los camellones de la erosión que provocan los vientos del desierto pisqueño y, al mismo tiempo, uniformizar las condiciones de humedad en el suelo.

–Nosotros estamos a más de 20 kilómetros de Paracas, lo que ayuda a que cuando hay una paraca, no nos llegue con mucha fuerza– dice. –Este año no hemos tenido una paraca fuerte que nos haya obligado a tener que entrar a lavar [las plantas] o a parar la cosecha. Otros años sí las hemos tenido, pero nuestra operación está diseñada para esa circunstancia.

En cuanto al agua que usan, la extraen del subsuelo, a través de alguno de los ocho pozos que tienen en funcionamiento, y la almacenan en tres reservorios de aproximadamente 1.600 metros cúbicos cada uno. El gerente agrícola dice que, por lo general, es agua de buena calidad, que oscila entre 0,4 y 0,5 de CE, en promedio. La que escapa de esos rangos, dice, la mejoran usando plantas de ósmosis inversa.

–Tenemos un estudio hidrogeológico del acuífero que hicimos justo con la compra del predio– indica. –Es un acuífero muy grande, de alta capacidad, pero que está dentro de la zona de veda de la ANA. Ahora, como no podemos perforar más, hemos incorporado el uso de ósmosis inversa para aprovechar nuestra capacidad de agua.

Bentín no cree que exista riesgo de sobreexplotación del acuífero de Pampa California pues, dice, el escenario es diferente al de otras zonas de Ica.

–¿Qué pasa en Ica? ¿Cuántos propietarios de parcelas tienes en Ica? Hay muchas de cinco, diez hectáreas. ¿Qué pasa allí? Cada una tiene su pozo– dice. –Y acá tenemos esta pampa de más de 10.000 hectáreas y probablemente tengamos cinco o siete propietarios. La gente no hace pozos por gusto. Cuesta hacer pozos. La gente va a hacer su número de pozos y uno o dos de backup y listo. Entonces, por el tamaño de la propiedad que hay en esta pampa, está cubierto que la gente no va a sobreexplotar el acuífero. Ese es mi punto de vista.

Campaña con un pico muy concentrado
Para Juan Pablo Bentín, la campaña 2024/25 ha sido bastante buena. Calcula que cerrarán la temporada bordeando los 7 millones de kilos cosechados, producto de las 340 hectáreas que están en producción (las restantes 340 ha tienen plantas nuevas). Actualmente, están produciendo un promedio de 20 t/ha, en promedio, pero a mediano plazo esperan llegar a las 25 t/ha. La mayor parte de su producción va al mercado estadounidense, a través del copropietario de la empresa, Family Tree Farms, responsable de toda la etapa de comercialización.

–Había mucha incertidumbre en esta campaña, porque no se sabía si el Perú se iba a recuperar de todo lo que pasó el año pasado– dice. –Y sí, se ha recuperado. El tema es que el pico ha sido muy concentrado. Entonces, hay gente que ha sufrido con el mercado. La campaña empezó tarde por dos factores: porque muchos podaron tarde, para salvar la campaña 2023/24, pero también porque ha sido un invierno con mucho frío. Ha habido una sobreoferta momentánea y, sobre todo, inesperada, que a veces genera improvisación en las negociaciones. A nosotros nos afecta menos por los canales de nuestra fruta. Por lo general, nosotros logramos liquidar al menos 50% más que la media peruana.

Entre los planes de la empresa figura crecer en envíos a China, que constituyen actualmente un 15% de sus despachos totales, aprovechando la reducción del tiempo de tránsito que ha posibilitado el megapuerto de Chancay. Juan Pablo Bentín está confiado de que su fruta será cada vez mejor recibida en el gigante asiático.

–Yo creo que esta fruta tiene un altísimo factor de recompra. Es demasiado rica. Es muy rica. La experiencia, el ‘crunch’, guardamos las exigencias del calibre– dice. Para asegurar que no se pierda el bloom en la travesía, el gerente agrícola de Family Farms dice que están ensayando nuevas metodologías de cosecha, como cosechar directo al ‘clamshell’ o hacer pruebas volcando las jabas directamente a las llenadoras, haciendo una preselección en el campo.

–¿Cuánto tiempo durarán nuestras plantas? Aún no sabemos– dice. –Nuestras plantas de Biloxi más antiguas tenían casi 13 años, con rendimientos de 25 toneladas por hectárea. Entonces, no sabemos. Por lo menos 14 años, yo creo que es un buen horizonte de proyecto.

Las empresas de Pampa California
En los últimos años, el desierto de Pampa California, en Pisco, ha visto crecer el número de empresas agroindustriales que han instalado cultivos de arándanos. Además de los pioneros Family Farms Perú, se han asentado en la zona algunas de las compañías del grupo Migiva, como Agrícola Andrea, Larama Berries y Agrícola Los Buenos Muchachos de Pisco. También se encuentra Agrokasa. Se está formando, incluso, una asociación de propietarios, que se llamará Super Pisco. Otro proyecto que está dando sus primeros pasos en Pisco es el de Allpa Farms Perú. Se trata de un campo de inversores peruanos, chilenos y españoles que, en un terreno de 500 ha, ya han instalado las primeras 45 ha, todas de variedades de IQ Berries.

Fuente: redagricola.com

 

Etiquetas: agroindustria