(Agraria.pe) La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pidió cambiar los mecanismos de concesión de la mayoría de los subsidios agrícolas en todo el mundo porque no ayudan a promover la alimentación de la población ni a sacar de la pobreza a los granjeros más modestos.
Los subsidios agrícolas totalizaron US$ 720.000 millones al año durante el trienio 2018-2020, el doble que en el 2000-2002, en un grupo de 54 países estudiados por la OCDE en un informe sobre las ayudas al sector. Los países son los 43 integrantes de OCDE y las principales once economías emergentes.
El informe concluye que, “en general”, las medidas analizadas “no atienden de forma eficiente” sus tres objetivos básicos: proveer de alimentación a la creciente población mundial, ayudar a los ingresos de cientos de millones de personas que trabajan en la cadena de producción de alimentos y hacerlo de forma sostenible, sin agotar la tierra ni el agua.
La mayoría de esos subsidios, US$ 540.000 millones anuales, se destinan a apoyar a los productores, y el 60% (US$ 338.000 millones) se emplea en “los instrumentos más distorsionadores”, como el apoyo a los precios de mercado (US$ 272.000 millones) o ayudas a la producción (US$ 66.000 millones).
La OCDE critica que esas medidas vinculan las ayudas a la producción, con lo que no se centran en los agricultores con ingresos más bajos, y además contribuyen a una mayor presión sobre los recursos, sobre todo hídricos, y a mayores emisiones de efecto invernadero.
Además, las intervenciones de precios impiden que los productos sobrantes en algunas regiones puedan destinarse a zonas donde son más necesarios.
Los US$ 202.000 millones que se destinan al apoyo a los productores “crean menos distorsiones” y generan menos presión en los recursos, “pero tienden a estar desigualmente distribuidos y no suelen entregarse en función de la necesidad social”, señala el documento.
En cambio, la OCDE considera que los US$ 102.000 millones que se entregan cada año en forma de servicios generales al sector, como investigación y desarrollo, bioseguridad e infraestructura, y que suponen únicamente el 17% del total, son mucho más positivos para promover la productividad sostenible.
Por ello, la OCDE propone la eliminación gradual de las intervenciones de precios y de los apoyos a los productores que distorsionan el mercado.
También sugiere poner en marcha medidas a los hogares agrícolas que realmente tengan necesidades económicas a través de mecanismos de apoyo social y reorientar el gasto hacia la innovación.
Mientras la agricultura mundial afronta el reto de alimentar a una población cada vez mayor, el sistema de producción de alimentos se caracteriza por el aumento de las emisiones de efecto invernadero, el declive de la biodiversidad, la persistencia del hambre unida al aumento de la obesidad, junto con una mayor presión sobre la tierra y los recursos, resume el informe.
Por ello, pide a los responsables nacionales e internacionales poner en marcha reformas de sus políticas agrícolas que ayuden a mejorar la eficiencia global del sistema de producción de alimentos y eviten medidas “incoherentes”.
Fuente: Gestión