COLUMNA DE:
Miguel Ordinola

Miguel Ordinola

Secretario Ejecutivo-Alianza de Aprendizaje Perú - Docente de Post Grado de la Pontificia Universidad Católica del Perú
24 diciembre 2021 | 09:04 am Por: Miguel Ordinola

Redes de seguridad alimentaria

Sistemas agroalimentarios en el Perú: Algunas opciones a partir de la experiencia internacional

Sistemas agroalimentarios en el Perú: Algunas opciones a partir de la experiencia internacional

Hay que diseñar e implementar políticas para promover sistemas alimentarios sostenibles y que armonicen los impactos y las potenciales externalidades negativas, para tener un efecto positivo y sostenible.

Por: Miguel Ordinola

En la reciente edición de Seminario Permanente de Investigación Agraria (SEPIA XIX) se realizó una interesante discusión sobre experiencias internacionales en los sistemas agroalimentarios (https://cipotato.org/es/blog-es/cip-promovera-discusion-relaciones-sistemas-alimentarios-productivos/). En las últimas décadas son cada vez más sensibles los cambios que se vienen produciendo en los sistemas alimentarios en el mundo. Tres temas interesantes fueron discutidos.

Por un lado, se precisó que los sistemas agroalimentarios interactúan con la sociedad, los sistemas de salud, los sistemas ecológicos y climáticos, los sistemas económicos y de gobernanza y los sistemas de ciencia e innovación. Al tomar acciones de políticas se pueden generar interacciones negativas (tradeoffs) que podrían comprometer los esfuerzos para alcanzar las metas de los ODS, por lo que es necesario orientar acciones que aprovechen los vínculos positivos y aborden las externalidades e interacciones negativas.

Por ejemplo, si se decide promover redes de seguridad alimentaria para que todos puedan acceder a dietas saludables se pueden tener efectos directos en la mejora de ingresos en los hogares vulnerables (y de manera indirecta puede generar una mayor demanda de alimentos que pueden afectar la sostenibilidad de los sistemas productivos, por lo que deben tomarse medidas adecuadas). Si se decide reducir el desperdicio y la pérdida de alimentos, se pueden tener impactos directos (oferta adicional en el mercado, reducción de la necesidad de comprar cantidades adicionales al final de la cadena de valor y de manera indirecta se puede impactar en la reducción de precios y reducción de la necesidad de producción primaria. La idea principal es diseñar e implementar políticas que en el balance generen impactos positivos a nivel de los diferentes actores de los sistemas alimentarios.

Otro tema interesante discutido tiene que ver con que la falta de disponibilidad de datos dificulta el análisis del sistema alimentario y la identificación precisa de retos y oportunidades. Es evidente la necesidad de instrumentos de monitoreo y el ejercicio permanente de generación de datos para guiar la acción y la planificación de intervenciones integrales. Promover sistemas alimentarios sostenibles es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas e implica articular temas como: desarrollo económico, condiciones nutricionales, preferencias de los consumidores, acceso a alimentos saludables, adaptación al cambio climático y biodiversidad, entre otros.

Por lo tanto, para avanzar hacia esta meta es necesario i) considerar el conjunto de actividades relacionadas con la producción de alimentos, los mercados y el consumo como partes interrelacionadas del mismo sistema, ii) identificar los retos, las sinergias y disyuntivas asociadas a posibles intervenciones en sus diferentes componentes y, con base en esto iii) priorizar acciones integrales. Una herramienta interesante es trabajar en perfiles de los sistemas agroalimentarios que puedan dar una imagen panorámica en función a precisar los determinantes, los componentes y los resultados del sistema (suministro de alimentos, el entorno alimentario, el comportamiento del consumidor y las dietas), como base para el diseño e implementación de políticas.

Por último, un concepto interesante que se presentó ha sido el referido a la biofortificación a partir del desarrollo y escalamiento del camote de pulpa anaranjada durante los últimos 25 años para enfrentar los altos niveles de deficiencia de vitamina A entre los niños menores de cinco años en el África subsahariana. Fue necesario crear y atender una demanda de cierre de brechas nutricionales en el marco de los sistemas alimentarios en territorios específicos. Los elementos adicionales de la intervención, basada en la innovación, incluyen sistemas de semillas de calidad y educación nutricional para crear conciencia entre los consumidores de los importantes beneficios para la salud que tiene el consumo de este tipo de alimentos. Se tuvo que desarrollar innovaciones complementarias en la promoción e incidencia para garantizar un entorno institucional de apoyo, donde se colocó al enfoque de agricultura-nutrición como un eje clave de la agenda de investigación y desarrollo.

Es interesante tomar en cuenta estas tendencias internacionales para el caso peruano: i) hay que diseñar e implementar políticas para promover sistemas alimentarios sostenibles y que armonicen los impactos y las potenciales externalidades negativas, para tener un efecto positivo y sostenible; ii) se debe generar información concreta sobre los sistemas agroalimentarios (perfiles específicos de estos sistemas) que nos permita tomar decisiones efectivas a nivel de las poblaciones vulnerables; iii) promover intervenciones que combinen la agricultura y la nutrición, tomando como base el desarrollo y promoción de alimentos de alto contenido nutricional (donde la biofortificación, es una opción interesante).