COLUMNA DE:
Miguel Ordinola

Miguel Ordinola

Secretario Ejecutivo-Alianza de Aprendizaje Perú - Docente de Post Grado de la Pontificia Universidad Católica del Perú
18 agosto 2025 | 10:49 am Por: Miguel Ordinola

La anemia en los mensajes presidenciales del Perú (2023–2025): entre el compromiso simbólico y la brecha estructural

La anemia en los mensajes presidenciales del Perú (2023–2025): entre el compromiso simbólico y la brecha estructural

Que un tema esté incluido en un mensaje presidencial tiene implicancias simbólicas, políticas y estratégicas. Puede indicarnos la direccionalidad de las políticas públicas, ya que si se menciona alguna problemática es probable que se esté pensando en proyectos de ley, decretos o presupuestos relacionados o también que los diferentes ministerios e instituciones del gobierno entiendan que deben alinear sus acciones con ese enfoque.

Al llamar la atención sobre la anemia en el mensaje presidencial, el gobierno se compromete a mostrar avances o resultados, lo que permite que luego se le exija cumplimiento. En este marco veamos como se ha enfocado la lógica de afrontar la prevalencia de la anemia como una brecha social presente en las poblaciones vulnerables.

Visibilización sin estrategia
En el mensaje presidencial de 2023, se reconoció que el 43.1 % de niños entre 6 y 35 meses padecían anemia. Aunque el dato evidenciaba una situación alarmante, el discurso careció de una estrategia articulada para enfrentarla. Explícitamente se decía lo siguiente: “La anemia es un flagelo que castiga a nuestros niños y eso condiciona nuestro futuro. Cuatro de cada diez niños y niñas peruanas tienen anemia y esto requiere de una acción urgente y decidida. Si el Estado mira para el costado ante este problema, estaremos hipotecando el futuro de toda una generación de peruanos”. Al respecto diversos especialistas señalaron la baja ejecución presupuestal tanto a nivel central como a nivel de los gobiernos regionales como síntoma de la desconexión entre el diagnóstico nacional y la acción territorial.

El giro multisectorial y la campaña “Niños de Hierro”
En 2024, el gobierno lanzó el Plan Multisectorial para la Reducción de la Anemia 2024–2030, junto con la campaña “Niños de Hierro”. El mensaje presidencial presentó esta iniciativa como una respuesta integral, involucrando sectores como salud, educación, agricultura y vivienda. Nuevamente se indicaba lo siguiente: “En nuestra lucha contra la anemia infantil, hemos implementado el Plan Multisectorial para la Reducción y Control de la Anemia Materno Infantil en el Perú 2024-2030, un esfuerzo conjunto de los ministerios de Salud, Educación, Producción, de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Desarrollo e Inclusión Social y Desarrollo Agrario y Riego. Juntos, abordaremos las determinantes sociales de la anemia, garantizando acceso a agua segura y saneamiento, seguridad alimentaria, fortificación de alimentos, aumento del consumo de carnes y productos hidrobiológicos, y una campaña de educación y comunicación masiva”.  Se anunció la recuperación de 130,000 niños y se proyectó una reducción de la anemia al 37 % para 2030. Sin embargo, el informe ENDES 2024 del INEI arrojó lo siguiente: la anemia en niños de 6 a 35 meses de edad según área de residencia pasó de 50.3% en el 2023 para el sector rural a 51.9% en el 2024 (para el sector urbano estas cifras fueron de 40.2% tanto para el 2023 como para el 2024). Por otro lado, la anemia en mujeres de 15 a 49 años de edad según área de residencia alcanzó la cifra del 22.0% en el 2023 y de 24.6% en el 2024 en el sector rural (en el sector urbano en el 2023 la cifra fue de 22.9% y en el 2024 se llegó a 24.6%).

Promesas de cobertura masiva y silencios estratégicos
El mensaje presidencial de 2025 reafirmó nuevamente el compromiso con la lucha contra la anemia y se indicó “en cuanto a la anemia, en solo dos años duplicamos el número de niñas y niños menores de un año que lograron recuperarse”. Las cifras mencionadas en el párrafo anterior contradicen esta afirmación. Asimismo, de manera general se mencionaron “nuevos programas de alimentación” y comedores populares como aliados estratégicos. No obstante, el discurso evitó referirse a los determinantes sociales más profundos del problema, como la inseguridad alimentaria, la pobreza rural y la precariedad de los servicios básicos. Por el lado del sector agrario (que también tiene mandato en estos temas), los principales anuncios se refirieron a obras (grandes) de infraestructura de riego (que tienen maduración de largo plazo) y no se mencionó como se vienen desarrollando las acciones en relación, por ejemplo, a la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la cual está encargado directamente el MIDAGRI (la COMSAN tienen como indicadores a cumplir los referidos a la reducción de la desnutrición crónica infantil en niños y niñas menores de cinco años de edad y la reducción del porcentaje de hogares con déficit calórico). Este sector debería desempeñar un papel de mayor importancia en la lucha contra la anemia, promoviendo un enfoque agricultura-nutrición (por ejemplo, considerando líneas trabajo en bifortificación y fortificación de alimentos).

La evolución del tratamiento de la anemia infantil en los mensajes presidenciales revela una creciente visibilidad política del problema, pero también una persistente brecha entre el discurso y la acción. La inclusión del tema en el discurso presidencial puede entenderse como un acto de jerarquización simbólica, pero su efectividad depende de la articulación intersectorial, la asignación presupuestal y la capacidad de implementación territorial. La persistencia de cifras elevadas sugiere que no se están abordando los factores estructurales que perpetúan la anemia.

La lucha contra la anemia infantil en el Perú requiere más que campañas comunicacionales y promesas de cobertura masiva. Exige una transformación estructural en las condiciones de vida de las familias vulnerables, una articulación efectiva entre niveles de gobierno y una voluntad política que trascienda el gesto simbólico para convertirse en política pública sostenida (para una propuesta con enfoque de Misiones ver  https://agraria.pe/columna/promover-el-enfoque-de-misiones-para-el-combate-de-la-anemia-38007). Los mensajes presidenciales, aunque útiles como indicadores de prioridad política, deben ser evaluados críticamente frente a los datos empíricos y las capacidades institucionales reales.