(Agraria.pe) El tomate cherry (Solanum lycopersicum var. cerasiforme) es una variedad de tomate de pequeño tamaño, con forma redonda u ovalada y un sabor dulce e intenso. Se cultiva ampliamente tanto en huertos caseros como en producciones comerciales debido a su alta productividad y resistencia.
Características del tomate cherry:
Tamaño y forma: Generalmente mide entre 1 y 3 cm de diámetro y puede ser redondo u ovalado.
Colores: Aunque el más común es el rojo, existen variedades en tonos amarillos, naranjas, verdes y morados.
Sabor: Suelen ser más dulces que los tomates tradicionales, con un equilibrio entre acidez y dulzura.
Usos culinarios: Se utilizan en ensaladas, salsas, aperitivos y como guarnición en diversos platos.
Cultivo: Crecen en racimos y pueden ser cultivados en macetas, invernaderos o directamente en el suelo.
Esta variedad de tomate es apreciada por su versatilidad, sabor y facilidad de cultivo, lo que la convierte en una opción ideal tanto para productores como para consumidores.
Plagas más comunes en tomate cherry
Los pulgones son pequeños insectos que se alimentan de la savia de las plantas, debilitándolas y transmitiendo virus.
Esta plaga chupa la savia de las hojas y excreta una sustancia que favorece la aparición de hongos.
Estos ácaros se alimentan del contenido celular de las hojas, debilitando la planta.
Las orugas se alimentan de hojas y frutos, causando daños severos.
Son pequeños insectos que se alimentan de hojas, flores y frutos, provocando deformaciones.
Enfermedades más comunes en tomate cherry
Es un hongo que prolifera en condiciones húmedas, afectando hojas, tallos y frutos.
Este hongo se presenta como un polvo blanco en hojas y tallos.
Hongo del suelo que ataca las raíces y bloquea el transporte de agua en la planta.
No es una enfermedad fúngica, sino un trastorno nutricional por falta de calcio.
Virus que deforma y decolora las hojas, reduciendo la producción.
Conclusión
El control de plagas y enfermedades en tomates cherry requiere una combinación de prevención, manejo biológico y prácticas culturales adecuadas. La observación frecuente de las plantas y la aplicación de tratamientos ecológicos pueden ayudar a mantener un cultivo sano y productivo.