(Agraria.pe) El peso de Perú como proveedor de frutas y hortalizas para España ha crecido de manera considerable en los últimos años.
Perú se posicionó en 2024 como tercer gran suministrador de estos productos en España: adelantó a Estados Unidos y se quedó solo por detrás de Marruecos y Francia, con quien ha estrechado el cerco en un año de 70 a menos de 30 millones de euros, según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España.
La presencia del producto peruano en España no solo persiste en el inicio de 2025, sino que va a más. En enero, Perú exportó frutas y hortalizas a España por valor de € 52,12 millones. La transacción encuentra una fruta que destaca por encima de todas, la uva, que en enero significó una cuenta de € 25,51 millones para España.
Las compras de uvas por parte de España a Perú se han prácticamente triplicado en el primer mes del año desde 2023: de los € 8.55 millones de entonces a los € 25,15 millones de 2025.
Esta avalancha de uva de Perú se vigila desde el viñedo español, donde transmiten tranquilidad siempre y cuando esta entrada no se traslade a los meses de producción nacional. «Los costes en Perú son incomparables con los que hay en España y los operadores tienen margen para importarla y distribuirla por Europa. En España cuesta el doble producir», apunta Antonio Costa, presidente de COAG Totana, en la Región de Murcia, comunidad reina de la producción de uvas de mesa en España.
El representante de los productores de uva señala que, aunque esta llegada de fruta de Perú puede pasar desapercibida porque la campaña en Murcia termina a finales de noviembre para luego guardar el producto en cámaras frigoríficas hasta Navidad, el aumento de importaciones de uva procedente de terceros países amenaza su actividad: «El problema viene si empieza a llegar mucha uva a partir de octubre, en coincidencia con la cosecha de aquí. Países tropicales como Perú pueden tener producción de algunas variedades de uva durante todo el año y si meten producto de julio en adelante puede hacer mucho daño», explica Costa.
Año a año, Perú aprovecha cada vez más la falta de producción en España para hacer escala y ganar cuota en los mercados europeos, indica el portavoz de COAG: «Hay empresas que hace un par de años cerraban desde enero hasta la temporada, ahora, aunque a un volumen más reducido, mantienen la actividad. Tal y como viene la fruta de Perú se confeccionan los envíos y en tres días está por todo el continente. El peligro de que se instale aquí el producto peruano es que presione a la baja el precio de nuestras explotaciones en el panorama europeo».
Los agricultores identifican como un riesgo potencial que los competidores de terceros países como Perú, con costes significativamente menores y una legislación más laxa que la exigida en España, se instalen poco a poco en Europa. «Si aprenden cuáles son nuestros tiempos de producción y extienden su entrada de uva a los meses de campaña para entrar en competencia con nuestro pico de producción estamos muertos. Estos países juegan con otras reglas y les compensa asumir el envío. A precios es imposible competir», asevera Costa.
El convenio para los trabajadores de la uva en la Región de Murcia establece el salario en € 9,12 la hora; «Por ese precio pagan todo el día a un empleado en Perú», ahonda el dirigente de COAG, que desvela que en algunos casos los productores españoles ya se han visto afectados por este aumento de uva en el mercado: «Los que empiezan a recolectar uva en agosto sí han notado una tendencia de precios más bajos de los esperado por la presión que ejerce el producto extranjero. No es la primera vez que un operador europeo menciona que las uvas de tal país le cuestan tanto menos que las españolas. Con el aumento de importación en meses como enero no debería producirse, pero hay que vigilar cómo se comporta esta compra con el paso del tiempo», concluye.
Fuente: El Debate