COLUMNA DE:
Miguel Ordinola

Miguel Ordinola

Secretario Ejecutivo-Alianza de Aprendizaje Perú - Docente de Post Grado de la Pontificia Universidad Católica del Perú
16 agosto 2019 | 01:56 pm Por: Miguel Ordinola

MIRANDO EL SECTOR PAPA EN PERSPECTIVA

MIRANDO EL SECTOR PAPA EN PERSPECTIVA
Recientemente el Congreso, a pedido del Ejecutivo, aprobó el Proyecto de ley para promover acciones estratégicas para el desarrollo competitivo del productor de papa y establecer el Plan Multisectorial de Producción Planificada de Papa.

Es interesante mirar varios elementos que se pueden tomar en cuenta. Se debe destacar que este sector ha sido uno de los más dinámicos de la agricultura peruana en los últimos años. Algunos indicadores (en base a información oficial) nos confirman esta situación (período 2005-2016): el área sembrada ha crecido 22.9%; la producción ha crecido 42.4%; el rendimiento ha crecido 19.2%; los precios nominales (promedio) en chacra han crecido 140.5%; el consumo per cápita ha crecido 20.2%; el Perú se ha convertido en el primer productor de papa de Latinoamérica (y ocupa el puesto número 12 en el mundo); se han desarrollado segmentos de mercados asociados a la biodiversidad de las variedades nativas (mercado nacional y mercado externo). A futuro se debe potenciar este escenario en un sector donde participan más de 700,000 familias (alrededor de 3 millones de personas), lo que representa el 10% de la población nacional.

En este marco, se afrontan varios retos: i) consolidar lo avanzado en los últimos 15 años; ii) mejorar la productividad y calidad; iii) identificar y promover su contribución a la nutrición y salud; iv) desarrollar alternativas para el procesamiento; v) articularse a los mercados globales (exportación) en base a ventajas competitivas.

El desarrollo de innovaciones comerciales, institucionales y tecnológicas realizadas por una serie de actores públicos y privados en los últimos años deben servir de modelo para seguir consolidando el sector. Los esquemas de trabajo con un enfoque de demanda y orientado a valorización de la biodiversidad promoviendo cadenas de valor, han sido claves. Se deben difundir ampliamente estos enfoques de trabajo.

La productividad (rendimiento por hectárea) es un reto importante. Perú tiene un rendimiento promedio de 14 tm/ha y está lejos de otros países de LAC y mucho más lejos de los líderes mundiales. Una de las amenazas a manejar son las derivadas del Cambio Climático que pueden afectar severamente las zonas de producción de papa. Asimismo, promover un manejo eficiente del cultivo a nivel de campo (semillas, plagas y enfermedades) y sistemas de información que permitan organizar la oferta.

El tema de la calidad, es un factor clave. Es importante orientar la difusión de variedades asociadas a usos específicos para aprovechar oportunidades de mercado (fresco, fritura, entre otros). Las pérdidas a nivel de campo todavía son importantes y a ellas hay que agregar las denominadas pérdidas post cosecha. A partir de los mercados en fresco, hay que avanzar en el desarrollo de productos procesados en base a una materia prima de calidad. Por ejemplo, el segmento de papa para pollerías utiliza al año 350,000 tm, pero todavía tiene serios problemas de calidad. Opciones de procesamiento para variedades blancas (y que sean competitivas) son necesarias en las condiciones actuales.

La contribución de la papa a la nutrición y salud es a la vez un reto y una oportunidad. Perú es centro de biodiversidad y cuenta con un stock de variedades nativas que deben ser caracterizadas en función a estos aportes y promover su uso. Campañas de promoción del consumo en base a la generación y difusión de información sobre las cualidades de estas variedades para acceder a mercados de alto valor en base a estas características, son claves para un desarrollo sostenible. Un aliado importante en este caso es la gastronomía.

Alternativas para procesamiento de la papa son importante de desarrollar. Los tres segmentos del mercado de la papa en el Perú (blancas, amarillas y nativas) deben contar con opciones de productos procesados innovadores que permitan promover la inversión privada a través de ellos. Hay que desarrollar investigación e innovaciones al respecto con alianzas público-privadas.

Un tema transversal consiste en generar alianzas públicas y privadas para llevar adelante estas líneas de trabajo. Las relaciones entre MINAGRI, INIA, CONCYTEC, MIDIS, MINAM, Produce, MINCETUR, entre otros, son necesarias, así como alianzas con los productores organizados, las empresas procesadoras y exportadoras.

Los siguientes diez años deberían significar la consolidación competitiva de este sector con la idea de tener opciones de mejoras de ingresos de los productores, sostener un mercado en fresco en expansión, presencia de productos procesados novedosos, valorización de la biodiversidad en base a nutrición y salud, acceso a mercados externos con productos diferenciados. Lo avanzado a la fecha es una buena base para llegar a este escenario.