En el día central de la Semana del Agua, el jefe de la entidad central de la gestión de este valioso recurso apunta a los factores endémicos que provocan la escases de este elemento y las alternativas que hay a la mano, incluyendo cobrar más por el servicio.
(Agraria.pe) Grandes deficiencias culturales son las que explican la situación actual que vive la costa peruana, especialmente en lo relacionado a la carencia de agua y su mal uso. Así lo hizo saber Abelardo de la Torre, jefe de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), quien reveló que en Perú consumimos más del doble de lo que razonable de este recurso. La reflexión viene a cuento no solo por la coyuntura sino porque hoy se conmemora el Día Mundial del Agua.
“En Lima consumimos 250 litros de agua por persona al día, cuando la cifra debería estar entre 75 a 125 litros por persona. En la Semana del Agua, que se celebra del 20 al 26 de marzo, vamos a difundir el tema del cuidado del agua”, sostuvo De la Torre.
El funcionario detalló que la agricultura se lleva el 80% del agua que se distribuye en el país, y que para viviendas se destina más del 10%. En agricultura, agrega, hay un alto desperdicio de agua y solo se usa el 30% del recurso que se distribuye pues hay una “cultura muy primitiva y la infraestructura es rústica”.
“Además, se siguen sembrando cultivos de alto consumo de agua en zonas donde escasea. Se trata de productos como el arroz, los pastos y la caña de azúcar, que son altos consumidores de agua; estos deberían estar en zonas donde llueve y no en la costa”, acotó.
Cobrar más
Para el jefe de la ANA, una alternativa para cambiar las malas costumbres del peruano en su relación con el agua, es que se le cobre más por el servicio ya que “los peruanos somos muy eficientes cuando algo nos cuesta”. Puso como ejemplo el caso de los agroexportadores que pagan por el agua 10 veces más de lo que un agricultor normal, por lo que cuidan el recurso a través de sistemas de riego de alta eficiencia. Lo mismo se puede aplicar para los usuarios domésticos.
“Deberíamos pagar un poco más para tratar los desagües. En otros países mínimo se paga el doble por el agua potable. Y en EE.UU. y Europa se paga cuatro o cinco veces lo que se paga en el Perú”, destacó.
Sobre la calidad del agua, indicó que la de los ríos se encuentra muy contaminada pues las ciudades crecen y arrojan el desagüe a los ríos, con lo que invalidan la posibilidad de que ese recurso se destine a los cultivos de agroexportación. Existen además agentes que verifican la calidad del agua en los cultivos que serán despachados al extranjero, por lo que plantear esta alternativa es impensable.
Falta infraestructura
Finalmente, De la Torre puso en relieve que si bien el agua en Perú no está disminuyendo, sí está cada vez peor distribuida debido al cambio climático. Observó en ese sentido que el agua ha llegado tres meses después de lo normal y no hay suficiente infraestructura para traer más del recurso. A eso se suma que hace más de 10 años que no hay nuevos embalses.
“Si nos llega el agua solo en dos o tres meses, ¿dónde la guardamos para el resto del año? Por eso comienza a escasear cuando no hay lluvias. Tenemos 3.000 millones de metros cúbicos de embalse pero 30.000 millones de demanda”, graficó.
*Con información de la revista La Cámara