(Agraria.pe) Hoy, los nichos de mercado que valoran la calidad, la trazabilidad y las prácticas sostenibles representan una oportunidad importante para los exportadores de banano orgánico, especialmente en un contexto donde los precios spot han superado los niveles mínimos garantizados por certificaciones como Fairtrade. Sin embargo, retos como la escasez de agua, la presencia del hongo Fusarium y recientes complicaciones logísticas han obligado al sector a adaptarse para mantener su crecimiento.
La Asociación de Productores de Banano Orgánico Valle del Chira, ubicada en el norte de Perú, agrupa a 360 pequeños productores en aproximadamente 300 hectáreas. Tradicionalmente, manejaban un volumen de exportación de 10 contenedores semanales, equivalente a entre 400 y 500 contenedores anuales. "El 80% de nuestro mercado está en Europa, principalmente en países como Países Bajos, Francia y Alemania; el 15% va a Estados Unidos y el 5%, a Canadá", explicó el ingeniero Miguel Morales Zapata, representante de la organización.
No obstante, la campaña 2024 ha estado marcada por fuertes inconvenientes. Además de los problemas logísticos que han reducido un 10% de sus exportaciones, el impacto del Fusarium ha sido devastador. A la sequía prolongada se sumó un estrés por exceso de agua, agravando la afectación del hongo en las plantas. "Nuestro volumen semanal ha bajado de 10 a 6 contenedores; la situación es crítica", señaló Morales. Esta caída representa un desafío importante en un mercado cada vez más competitivo.
Respecto a los precios, Morales indicó que, a pesar de contar con la ventaja de estar certificados como Fairtrade, que asegura un precio mínimo de US$ 13.95 por caja de 18.14 kg más un dólar de premio social, la actual escasez de producto ha impulsado los precios spot a niveles superiores. "En Ecuador el precio spot está a US$ 14 y lleva varias semanas por encima del precio mínimo", comentó, aunque advirtió que los contratos Fairtrade no permiten ajustar precios a corto plazo, lo que limita los beneficios de esta alza para los productores.
Para el 2025, la organización se enfoca en la recuperación de sus niveles de producción, impulsada por la mejora en el abastecimiento hídrico del reservorio de Poechos. Además, su estrategia se centra en fortalecer relaciones con nichos de mercado que valoren la calidad y el compromiso social. "Un cliente de nicho, al que le falte un contenedor, lo siente mucho más que un gran importador. Por eso buscamos relaciones más cercanas y sostenibles", afirma Morales.
A largo plazo, la meta sigue siendo clara, consolidar la marca Banano Peruano como sinónimo de calidad, sostenibilidad y resiliencia en el mercado global.
Fuente: Fresh Plaza