(Agraria.pe) El reporte de la caída de las exportaciones ha sorprendido al sector cafetalero peruano, pues sus resultados contradicen las cifras de producción del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), y se desalinea con el movimiento comercial que la mayoría de las empresas registran. Si la disponibilidad del café no es un problema, ¿qué sucede entonces en el comercio internacional?
En el contexto del comercio internacional, la escasez de contenedores es un factor cada vez más gravitante; se asocia al 5% del comercio mundial que se ha paralizado en China. Adicionalmente, cada nuevo confinamiento implica ajustes que provocan irregularidades en su suministro. La cancelación y alteración de itinerarios que ha dejado la nueva normalidad del Covid-19 ha restado efectividad y eficiencia al mundo programado con algoritmos que existía antes de la pandemia.
El incremento de la demanda de contenedores en las industrias que usan el comercio electrónico es otro factor externo detrás de la escasez. Esta tendencia se mantendría hasta fin de año y se explica, en parte, por el traslado de los gastos del hogar en turismo y diversión fuera del hogar a la compra individual en tiendas online de equipos médicos y protección personal. Esto afectaría también a los productos que suelen usar los contendedores para sus operaciones de exportación.
Esta mayor demanda de contenedores en el comercio mundial y la cadena ralentizada por los protocolos han elevado las tarifas. Por ello, los tostadores americanos reportan importantes aumentos en sus costos operativos, también retrasos en sus envíos, lo cual ha resultado en el alza del precio del café (NBC, Wall Street Journal). De igual manera, el efecto se acentúa en Sudamérica (América Economía), donde el tamaño de mercado no favorece a la región: Felipe Astudillo de la Cámara de Comercio de Chile afirma: “Si no fuera por Brasil, ni vendrían barcos”.
El principal problema se presenta en la región Sudamericana, según la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo); esta región tiene el costo más alto de embarque, tomando a Santos (principal puerto de exportación y puerto de salida de café) y Shanghái como referencia. Este costo puede ser 25% mayor que el de África, 45% superior al de Europa y el doble al de la costa este de Estados Unidos.
Para el diario La República de Colombia, los precios de flete se han cuadriplicado en la región, afectando principalmente destinos de Estados Unidos y Asia. El costo de contenedor pasó de un promedio de US$ 2.000 a fines del 2019 a casi US$ 10.000 a agosto de este año.
Bloomberg da cuenta de que los principales puertos de China tienen una congestión superior a 50%, lo que genera volatilidad en el precio y disponibilidad. Cabe resaltar que Shanghái es el principal puerto comercial del mundo, no solo el principal exportador, sino también importador. Los rebrotes de Covid y el confinamiento que se generan aquí afectan sensiblemente la cadena logística global. Por ello, a excepción de Europa, el efecto del fenómeno se siente fuertemente en todas las regiones: el índice mundial de contenedores de Drewry (2020) indica que, en promedio, el costo aumentó en 344%.
Acciones y reacciones en la cadena
Para la Federación Europea del Café, la confiabilidad de las navieras es menor del 36%, la más baja de la historia. Adicionalmente, el comercio se sigue retrasando por la falta de disponibilidad de contenedores. Esto no ha afectado los precios finales del café, pero sí el pago a los productores, quienes no cobran hasta que el contenedor suba al barco. En el mejor escenario, esta situación se regularizaría desde marzo del 2022. Por esta razón la paciencia junto a la implementación de medidas de respaldo es necesaria para operar bajo estas condiciones de incertidumbre.
A un mes del inicio de la campaña de café, en Colombia se piensa cambiar el puerto de embarque, lo cual encarece los costos y modifica los tiempos, pero garantiza la operación. Para la ASOEXPORT (Asociación Nacional de Exportadores de Café), “las repercusiones del COVID no se habían sentido tanto como en este momento”.
Esta semana, India ha iniciado un programa de apoyo para sus operaciones de exportaciones de productos agrícolas que prioriza el café. Incluye soporte en financiamiento, ajustes en la gestión de puertos y ferrocarriles, protocolos que permiten la rápida movilización de los contenedores, y evaluación de la fabricación de contenedores.
En Brasil, CECAFE (Consejo de Exportadores de Brasil) reporta que su industria del café es una de las más golpeadas. En condiciones normales para su logística, Marco Matos señala: “Brasil podría estar en un límite superior de exportación, pero ahora una parte está en el puerto, se cancelan los envíos, hay dificultades y preocupación sobre el futuro”. En las condiciones actuales falta espacio en los barcos, los embarques se aplazan, los barcos se omiten y el espacio en las terminales portuarias no es suficiente.
En este contexto, para Guaxupe, los envíos a largo plazo no son motivo de preocupación, pues los clientes están al tanto de los problemas logísticos y de la situación global. Tampoco ha habido renegociación de los contratos ya firmados, se han mantenido activos, discutido y resuelto problemas logísticos identificados dentro de los meses del contrato. Se gestiona la crisis con información.
En Perú, los costos de estas operaciones suelen ser relativamente mayores. Por ejemplo, enviar un contenedor de aquí a Estados Unidos cuesta 70% más que la ruta inversa debido a los efectos de la distancia y el flujo del comercio.
En este contexto, los actores locales que participan en el comercio internacional necesitan información fidedigna y oportuna. Sin embargo, la variabilidad total de los datos de las exportaciones peruanas de café que reportan las principales fuentes consultadas (Adex, Agrodata y Aduanas) es de 46%, presentando diferencias sustanciales entre sus reportes mensuales de exportación. Por ejemplo, la fuente pública de Aduanas reporta en su portal web 303 mil sacos de café, lejos de los 813 mil sacos que reporta el gremio ADEX y de los 819 mil que reporta la fuente privada Agrodata. Esta alta variabilidad entre los datos de exportación de las organizaciones mencionadas disminuye la confianza en ellas, ya que termina por proyectar una imagen negativa para los tomadores de decisiones.
Por lo anteriormente expuesto, la Cámara Peruana del Café y Cacao (CPCC) considera relevante realizar un esfuerzo desde el Estado para alimentar el proceso de las exportaciones con información clave y oportuna, lo cual promueve el control de calidad del proceso, la garantía de su accesibilidad y el soporte para las operaciones de exportación en la realidad actual.
El esfuerzo podría contribuir a los argumentos de respaldo para los atributos del café peruano que se promocionan en el mercado externo y que constituyen un mensaje que genera confianza en el comprador internacional (B to B). Así lo evidencian los lineamientos estratégicos para la promoción del café peruano en el mercado externo que ha elaborado la Cámara en el marco del Proyecto Alianza para el Café Sostenible y Competitivo.