02 noviembre 2017 | 08:58 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Estimó Carlos Díaz Vargas, del Programa de Commodities Verdes de Naciones Unidas

Perú podría alcanzar producción promedio de 20 quintales de café por hectárea al 2023

Perú podría alcanzar producción promedio de 20 quintales de café por hectárea al 2023

Poca productividad, falta de créditos y una representatividad muy dispersa de los principales actores del sector complican el desarrollo de políticas integrales para el café peruano, situación que el próximo Plan Nacional de Acción espera cambiar. 

(Agraria.pe) La problemática de la caficultura peruana tiene muchas aristas y no parece haber un ente que pueda ofrecer por el momento soluciones integrales con la representatividad suficiente. Esta es una de las primeras impresiones que dejan las exposiciones de la Segunda Plenaria Nacional para la construcción del Plan Nacional de Acción del Café Peruano. 

La iniciativa ha reunido recientemente a la suma de actores del sector público y privado, entre cooperación internacional, gremios, organizaciones de productores y sociedad civil en general al amparo del Programa de Commodities Verdes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Carlos Díaz Vargas, coordinador del referido programa, comentó que uno de los objetivos estratégicos del Plan es proponer medidas concretas que abarquen aspectos como producción, calidad sostenible, fito-sanidad, promoción y comercialización, financiamiento, así como desarrollo social y económico en las zonas productoras. “Esperamos contar con un primer borrador para finales de febrero.En estos meses vamos a ir a las regiones cafetaleras del Perú a validar e incluir una visión regional y nacional”, sostuvo. 

Agregó que los principales problemas detectados tienen que ver con los bajos niveles de producción del grano, lo que provoca una calidad irregular del producto, así como acciones que afectan al clima, ya que el café es uno de los factores para la deforestación. 

“El café es uno de los principales drivers para la deforestación y debemos incidir fuertemente en la producción y calidad sostenible, lo que se va a lograr al incrementar los niveles de producción por hectárea. Una meta del Plan será pasar de 13.5 quintales de promedio nacional de producción por hectárea a 22 quintales, con lo cual estaríamos contribuyendo en gran parte a incrementar los niveles de exportación”, explicó. 

Estimó que un plazo realista para alcanzar este nivel productivo es de cuatro a seis años, para lo cual deben desarrollarse programas eficientes de asistencia técnica y que los agricultores se comprometan a producir café de calidad para un mercado que responda a sus expectativas comerciales. 

Problema de créditos
Otro problema que Carlos Díaz ha identificado es la escasez de productos financieros acorde a las necesidades sociales y culturales de los productores de café, ya que los créditos que hoy se ofrecen cuentan con tasas de interés muy elevadas o simplemente resultan inaccesibles para los productores; un problema que se replica en todas las etapas de la cadena productiva.  

En este plano viene a cuento el criticado programa de renovación de cafetales, el cual –recordó- consta de un fondo administrado por Agrobanco con una cartera de 250 millones de soles que necesita pasar por un proceso de regulación o refinanciamiento, lo que obliga al Gobierno a tomar medidas en favor de los productores implicados. 

“Lo que sabemos es que cuando explota el problema de la roya, el Gobierno a través de Agrobanco decide comprar los créditos a las cajas rurales y municipales, pero no los créditos del mismo Agrobanco que había entonces, con lo cual la cartera se vuelve pesada. Si no ingresan nuevos fondos, dinero fresco, y hay una demanda creciente de crédito por un lado, y por otro los agricultores no tienen condiciones para pagar, va a haber un estallido que hay que prever”, definió. 

Este tema –completó- solo puede encontrar solución a través de una decisión política del Gobierno porque se necesitan fondos, tanto para afrontar esta contingencia como para impulsar las medidas que el Plan proponga para el sector. 

Díaz reconoció también que la representatividad de los protagonistasd del sector está muy dispersa, lo que redunda en debilidad institucional y poca gobernanza a pesar de  los esfuerzos que puedan hacer por su lado la Junta Nacional del Café y la Cámara Peruana del Café y Cacao, o el Ministerio de Agricultura. “El sector del café necesita estar representado en una sola instancia que permita viabilizar los acuerdos que se alcancen… de un lado están las cooperaitvas, de otro lado los empresarios, no hay una represenación global del universo de familias productoras”, demandó. 

Dato

El Plan Nacional de Acción del Café Peruano planteará medidas de corto (2 años), mediano (4 años) y largo plazo (2030) para el crecimiento y maduración de la industria.

Etiquetas: cafe