Asimismo, indicaron que los gobiernos de cada país deberían crear un marco de políticas predecibles que promuevan la inversión del sector privado, promuevan la transparencia del mercado y un mejor manejo de riesgos, apoyando el desarrollo de cultivos más resistentes y facilitando su acceso a los mercados mundiales; entre otros
Por: Raúl Yaipén Carranza
Lima, 25 Septiembre 2012 (Agraria.pe) Ante las severas sequías en los Estados Unidos y otros países, las cuales han provocado el incremento de los precios de los granos y escasez de alimentos, la preocupación aumenta acerca de la seguridad alimentaria y el desarrollo agronómico y tecnológico en los países productores e importadores, respecto de sus tecnologías y practicas agrícolas.
En ese sentido, Agraria.pe recogió las declaraciones de Suma Chakrabarti, presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD) y José Graziano Da Silva, director general de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quienes coincidieron en que el sector privado debería ser el principal impulsor del desarrollo agrícola en los países emergentes.
De acuerdo con el ejecutivo del EBRD, en el mundo ya existen experiencias privadas “dinámicas y eficientes, que han logrado transformar países como Rusia, Ucrania y Kazakhstan de ser las tierras baldías del los 90´s, luego del colapso de las granjas colectivas, en ser los principales exportadores de cereales, con el 15% de las exportaciones mundiales y con previsiones de crecimiento de 75% en los próximos 10 años, manteniendo un potencial de proveer la mitad de las importaciones mundiales de alimentos, en este mismo periodo.
Agronegocios: riegos lucrativos
Por su parte, el director general de la FAO, señaló que si bien es cierto algunas inversiones agrícolas, en países emergentes, pueden ser riesgosas, también son muy lucrativas. “En comparación a otras áreas industriales, la agricultura en muchos países es más transparente; por lo que muchos productores importantes planean atraer inversionistas extranjeros y manejar sus libros de acuerdo a ello”.
Asimismo precisó que en un mundo de casi siete mil millones de personas, los países emergentes pueden combatir el hambre produciendo más cereales y potencialmente más carne; pero también podrían hacerle frente a la pobreza ayudando a su propia población rural a seguir el camino del éxito, mediante una agricultura sustentable.
Motivo por el cual, Suma Chakrabarti indicó que – en los próximos años - el sector privado debería tener los incentivos necesarios del Gobierno para duplicar sus inversiones en tierras, maquinarias, semillas, infraestructura de almacenamiento, transporte y comercio, con el objetivo de construir medidas de seguridad contra situaciones adversas y sequías. “Considerándose que algunas de las inversiones en infraestructura podrían hacerse de manera conjunta con los gobiernos, estructurándolas apropiadamente”.
En ese contexto, los ejecutivos precisaron que las organizaciones internacionales podrían ayudar a coordinar y entregar capital para invertir, brindando asistencia técnica y capacitación para apoyar la transferencia de tecnología, enfatizando que el EBRD y la FAO ya están movilizando inversiones para infraestructura y equipo y mejorando el acceso de los agricultores al financiamiento gracias a las reformas pro transacciones seguras, que les permitan entregar sus cultivos y maquinarias como garantía hipotecaria.
Gobiernos en acción
• Finalmente, los especialistas – al referirse a las acciones necesarias que los gobiernos deberían realizar para el desarrollo agronómico - mencionaron que primero es necesario crear un marco de políticas predecibles que promuevan la inversión del sector privado por parte de todos los participantes en el mercado.
• Segundo, que promuevan la transparencia del mercado y un mejor manejo de riesgos, incluyendo el apoyo a las bolsas nacionales y regionales de mercancías agrícolas y los mercados de seguros contra el clima.
• Tercero, es prioritario que apoyen el desarrollo de cultivos más resistentes y faciliten su acceso a los mercados mundiales.
• Cuarto, es necesario que establezcan un mayor diálogo público-privado, bajo una base de datos compartida sobre mercancías agrícolas, y coordinación de las políticas de reservas alimentarias de emergencia.